SALTA (Redacción) – A pesar de que todos los focos oficiales están puestos en la prevención del coronavirus, las preocupaciones de buena parte de los salteños pasan por otro lado. En ese sentido, las comunidades originarias continúan sufriendo cada vez más problemáticas sanitarias. A causa de ello, denunciaron que un joven wichí murió de tuberculosis en el norte de Salta. Al mismo tiempo, los funcionarios provinciales admitieron que no tenían conocimiento sobre esta situación.
De acuerdo con lo que consigna Salta 12, el cacique de La Puntana, Pablo Solís, se encargó de difundir este trágico suceso. Al respecto, el referente de la comunidad, que se encuentra en Santa Victoria Este, afirmó que «el chico de 18 años falleció deshidratado, flaquito, abandonado«. Además, aseveró que «no hubo asistencia de ningún lado». Al mismo tiempo, el líder wichí destacó que el deceso pudo haberse producido a partir de un cuadro de tuberculosis (TBC).
A fin de respaldar esta teoría, Solís contó que la madre del joven fallecido había muerto «hace un par de años» a causa de esa enfermedad. Además, agregó que el padre del muchacho había perecido previamente por «cáncer en la sangre». Frente a este panorama, refirió que los nueve hermanos quedaron huérfanos, a cargo del mayor de todos. Frente a este panorama, expresó su preocupación por la falta de cuidados médicos, sobre todo con los antecedentes clínicos de la familia.
La visión del Estado
Según publica la agencia de noticias DDN, las autoridades sanitarias no tenían información sobre este deceso. Incluso, la titular de la Secretaría de Medicina Social de la provincia, Gabriela Dorigato, había reconocido: «No tengo noticia de que haya fallecido». Igualmente, reportó que estaban aguardando la información que debía proporcionar el gerente del Hospital de Santa Victoria, César Oviedo. Ante ello, la dirigente se comprometió a que los profesionales del área concurran a La Puntana para revisar a la familia del joven.
En tanto, el Jefe del Programa de TBC de Salta, Juan Pablo Castillo, sostuvo que el diagnóstico de esta dolencia es más claro en los adultos. «Si la mamá falleció, depende del tiempo que haya tenido contacto, se hacen controles a los niños cada seis meses», expuso. Asimismo, remarcó que la tuberculosis puede manifestarse a través del peso o de la aparición de enfermedades respiratorias. A su vez, admitió que «el hacinamiento es un factor» que aumenta la posibilidad de contagio.
