SALTA (Redacción) – Desde que la pandemia estalló en el país y los casos de coronavirus sorprendieron a más de un político, la sociedad se ha visto en la situación de avanzar un casillero y retroceder dos. Sí, como en el viejo juego de la Oca. Ahora la sociedad salteña lo sabe por experiencia ante los anuncios que dio Gustavo Sáenz el domingo. Pero no es el único, en la misma sintonía estaba su par jujeño, Gerardo Morales reconociendo circulación comunitaria del virus en su provincia.
Ahora la novedad se plantea como un fuerte eco, y para nada descabellado, y es que mientras dura la fase uno -la más estrictas de todas- la Nación aumente los haberes de los jubilados para lograr una suma total de $30.000. La información no ha sido aprobada por el Gobierno de Alberto Fernández, no hay al menos de momento, datos que vayan a dar indicios de esto, pero fue un pedido oficial que le acercaron al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.
La solicitud fue emitida a través de la Defensoría Nacional de la Tercera Edad, y su representante Eugenio Semino es quien lleva adelante la iniciativa que busca un aumento en las jubilaciones de los adultos mayores de unos $13.000 pesos, para completar la cifra de $30.000. Recordemos que el haber jubilitario de junio con los últimos ajuste da un sueldo de $16.864. Bajo la premisa de que son los que más han sido castigados, se espera que Fernández realice un ajuste positivo para ese sector.
«El día viernes, presenté el pedido en comunicación con el jefe de gabinete, a Santiago Cafiero, y lo estamos planteando, es que el adulto mayor no puede vivir con 16 mil pesos, por lo cual tiene que salir si o si a hacer trabajos para comer. Al perder toda flexibilidad con la cuarentena, ese adulto mayor no puede salir obviamente y no puede comer», sentenció Semino.
A su vez reiteró que el jubilado también atraviesa otra problemática que son los gastos que tiene con sus insumos médicos. «En términos de sus insumos de farmacia de las cuestiones indispensables de la vida, frente a esto vemos que el estado nacional se olvida del adulto mayor, porque en el IFE por ejemplo no están contemplados ellos», señala el representante de la Tercera Edad, que ve en el IFE una limitación ya que para poder percibir el beneficio no se puede tener otro ingreso tal como jubilación, pensión o plan social.