SALTA (Redacción) – La crisis económica y humanitaria es tal, que se vuelve urgente impulsar medidas que puedan subsanar parte del daño estructural y el impacto de la pandemia en el día a día de las familias. De allí que se conociera que el Gobierno nacional invertirá $ 30.000 millones en el mercado interno en los últimos cuatro meses del año, a través de la Tarjeta Alimentar (TA).
El un instrumento destinado a garantizar alimentos para la población vulnerable, sumará, durante todo el 2020, una inyección total por parte del Estado de $ 90.000 millones. Cabe señalar que la tarjeta tiene un millón y medio de titulares. Sin ir más lejos, en Salta son 65.700 tarjetas para 125 mil personas que acceden a este beneficio para mejorar la nutrición daría.
3 millones de niños/as, embarazadas y discapacitados acceden al beneficio mes a mes
El Ministerio de Desarrollo Social, que conduce Daniel Arroyo, detalló que desde enero hasta agosto pasado, la Tarjeta Alimentar «volcó 60.074 millones de pesos al mercado interno». Los mismos fueron utilizados mayormente para la compra de alimentos frescos en los 24 distritos del país. De hecho, con una inversión mensual de 7.700 millones de pesos, la Tarjeta Alimentar beneficia a casi 3 millones de niños y niñas de 0 a 6 años, embarazadas y discapacitados que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH).
«La Tarjeta Alimentar mueve la rueda de la economía desde abajo: por un lado, mejora la calidad de la alimentación de las familias, y por el otro, descentraliza las compras, moviliza el comercio y la producción local de los alimentos», explicó Arroyo. Precisamente, este es el fin de instrumentar la tarjeta inscripta en el Plan Argentina contra el Hambre, puesto en marcha en diciembre del 2019.
Además, el 45 por ciento de las compras registradas está compuesto por carnes, frutas y verduras. Es este uno de los principales objetivos de la gestión que orientó la oferta a productos de calidad nutricional, que son más caros que los alimentos secos, como las harinas, por ejemplo. De esta manera, no sólo se garantiza el acceso a los alimentos sino también en materia de calidad nutricional.
