SALTA (Redacción) – Cuanto más se agudizan las restricciones, se inmoviliza al país y se profundiza la crisis económica, más difícil es conseguir un trabajo estable en un país que tras al menos dos años de agotamiento, encuentra en la pandemia su declive. El saldo es la desocupación que hoy alarma y amenaza a la comunidad activa, que busca hacer de un trabajo su sustento diario.
En este marco, el INDEC dio a conocer algunas cifras que reflejan lo que sucede en el interior del circuito económico y el mercado laboral. El trimestre con mayores restricciones a la movilidad y a la producción por la pandemia de Covid-19 dejó un aumento del desempleo de 2,5 puntos en un año alcanzando el 13,1 % entre abril y junio.
Algunas precisiones: 2,5 millones de empleos se dieron de baja y 1,4 millones de personas califican como desocupadas
Paralelamente, INDEC resaltó una notable baja en la tasa de empleo, que mide la proporción de personas ocupadas en relación a la población total. La cifra bajó 8,8 puntos porcentuales, desde el 42,6% al 33,4%. Fue así como, consecuentemente, se registró una pérdida de 2,5 millones de empleos en los 31 aglomerados urbanos que releva el organismo conducido por Marco Lavagna.
El informe de INDEC reflejó que el impacto de la pandemia en el empleo fue más fuerte en los asalariados sin descuento jubilatorio. De esta manera, la proporción de asalariados sin aportes con relación al total de asalariados se redujo 10,7 puntos. Paralelamente, en la segmentación por rama de actividad de la ocupación principal, la caída fue más intensa en los sectores Construcción, Hoteles y restaurantes y Servicio doméstico.
Mientras tanto, la cantidad de desocupados se mantuvo prácticamente estable en comparación con el año pasado, en torno a los 1,4 millones de personas. En ese marco, el aumento de la tasa fue explicado porque una porción significativa de los individuos que estaban ocupados en el segundo trimestre del año pasaron a formar parte de la población «inactiva». Esta lamentable categorías incluye tanto a las personas que no están en condiciones de trabajar como a aquellas «desanimadas» que no están buscando empleo.
Salarios recortados, dificultades para encontrar empleo y las mujeres en el blanco
Algunas opiniones recalcan la baja nominal en los salarios para proteger ciertos puestos de trabajo. Otras, sostienen que la profundidad del efecto de la crisis se vio más nítidamente en las tasas de actividad y empleo, que en la desempleo. Según los economistas entendidos, esto muestra que «el aislamiento social sumó una dificultad adicional a la búsqueda de empleo» durante estos meses.
Otra referencia clave es que las mujeres jóvenes son el sector con mayor caída entre diferentes sectores, dando cuenta de una postergación ubicada en una tasa de empleo de apenas el 21%. Asimismo, expertos advirtieron que la baja en la desocupación en los próximos meses probablemente sea lenta ya que «la reactivación económica viene bastante lenta también».
