Alberto Fernández intenta dejar atrás el frío que caracterizó al primer año de su gestión respecto a la relación con los países limítrofes. Luego de su visita a Uruguay a fines del año pasado y de su reunión con uno de los funcionarios de peso de Jair Bolsonaro, el presidente viajó a Chile donde actualmente se encuentra tras una jornada de importantes acuerdos bilaterales.
Durante la conferencia de prensa en conjunto que dieron con el presidente de Chile, Sebastián Piñera, Alberto Fernández se lamentó por la falta de unión entre los países. “En los años 50, Perón tuvo una frase que me marcó, nos advirtió que el año 2000 podía encontrarnos unidos o dominados, pero en esa ocasión él habló de lo que llamaba el ‘plan ABC’, que es la unidad entre Argentina, Brasil y Chile”, comenzó diciendo.
“Advertía lo importante que era para nuestros países la mancomunión de objetivos, no era solo una consigna política, era lo que más nos convenía”, agregó. “Aquella frase de Perón se mantiene vigente, Argentina y Chile son países hermanos indisolublemente, y así de hermanada tiene que estar toda América Latina. Si hubiésemos estado más juntos, hubiésemos sobrellevado mejor esta pandemia”, destacó Alberto Fernández.
Por último, confesó que tiene una estrecha relación con Sebastián Piñera. «Me llamó más de una vez para preguntarme qué podía hacer por nosotros y qué podíamos hacer juntos. A veces los medios se esmeran por ver cuáles son las diferencias entre dos hombres que conducen los países y, en verdad, nunca miran cuáles son las coincidencias, que tal vez son muchas más que las diferencias”, expresó Alberto Fernández.
Los hechos que tensaron la relación con Chile
La relación de amistad que une a Alberto Fernández con el excanciller chileno Marco Enriquez Ominami, quien pidió la renuncia de Piñera en repetidas oportunidades fue uno de los motivos que tensaron la relación con Chile. A raíz de esta amistad, Alberto Fernández mantuvo un encuentro virtual con la oposición chilena a la que le pidió “zanjar diferencias” para “recuperar el poder”, frase que fue repudiada por la cancillería trasandina.
