SALTA (Redacción) – El avance del coronavirus aceleró la búsqueda de terapias alternativas y posibles curas contra esta enfermedad. En ese marco, un método que tomó gran relevancia en Argentina fue el ibuprofeno inhalado. A pesar de que la ANMAT todavía no lo aprobó, se autorizó su uso en provincias como Córdoba, Jujuy, La Rioja, entre otras. Ahora, científicos buscan demostrar la efectividad del fármaco
Actualmente, investigadores de la Universidad de Villa María, Córdoba, trabajan en un estudio de simulación computacional. Mediante dicho procedimiento, comprobaron que el medicamento actúa sobre una proteína clave del virus SARS Cov-2, la inhibe e impide que el virus se replique. Se trata de un trabajo que podría marcar las bases para que el fármaco se utilice cómo método de rescate para pacientes graves.
«Es el primer trabajo de estas características que se realiza a nivel mundial y es la Argentina el primer país que lo desarrolla», dijo Ariel Garro, bioquímico y participante de estas pruebas. Por otro lado, resaltó que la utilización del ibuprofeno inhalado tuvo gran repercusión a nivel mundial y esto llevó a que se publicara en la reconocida revista científica «Journal of Biomolecular Structure and Dynamics«.
El estudio está basado en la interacción del fármaco con una proporción determinada de esa proteína. Esto se determina a través de cálculos matemáticos, por lo que «se puede inferir que el fármaco tendrá una capacidad de inhibirla y por consiguiente detener el avance de la enfermedad al evitar que se replique». Cabe destacar que el fármaco solo se puede utilizar en pacientes que den su consentimiento.
Argentina como pionera
El profesional destacó que Argentina es el primer país que en el mundo que usa el ibuprofeno inhalado como terapia de rescate. Según explicó, las demás Naciones solo utilizaban este medicamento como antinflamatorio. Para finalizar, aclaró que se trata solo de aportes teóricos, ya que en el trabajo no se aporta evidencias obre formas de aplicación o plazos. «Eso lo determinan los médicos», sentenció Garro.
