SALTA (Redacción) – El triangulo del litio se compone por las provincia del noroeste argentino, principalmente en la zona fronteriza con el Estado Plurinacional de Bolivia y la República de Chile. Según estimaciones específicas, se calcula que esta zona posee el 64% del total de este recurso natural. El litio es vital para un sector profundamente competitivo como lo es la energía.
El sector energético puede clasificarse según su origen en: «no renovable», como los combustibles fósiles; o en «renovable», como las eólicas, marítimas, solares, etc. El litio, como insumo, juega un rol preponderante por sus propiedades intrínsecas porque a igualdad de condiciones, su mayor rendimiento, le otorga mayor competitividad. La explotación del litio proviene de salmueras de los salares, minerales y de algunos tipos de arcillas.
La transformación del litio en insumo posibilita la fabricación de baterías, vidrios, cerámicas, grasas, aceites, aleaciones de aluminio, polímeros y productos minerales. De esta manera, los recursos de este insumo incrementó abusivamente en este último tiempo, mientras que las reservas disminuyeron. La producción se elevó un 12,7%, pero la participación argentina disminuyó a escala mundial de 12,5% a 7,5%.
El litio como ejemplo de las tres I
En los últimos años, en Argentina se viene discutiendo su vinculación con el mundo a través de la lógica de la «apertura indiscriminada» de oferta extranjera o el cuidado de las fuentes materiales o el principio de «vivir con lo nuestro». Sin embargo, el litio podría cambiar este esquema y permitiría implementar el concepto de las 3I: Inserción Internacional Inteligente. La sinergia interna-externa debería facilitar la inversión empresarial para una demanda global.
Es en esta etapa que el triangulo del litio empieza a jugar su papel fundamental. Como dijimos, se estima que esta región posee el 64% total del recurso a nivel mundial. Entonces, elegir qué hacer con este recurso podría definir muchas cuestiones de cara al futuro. Si es sólo su extracción, esta se agotaría sólo con el propio recurso. La otra opción es la complementación para la transformación manufacturera entre el sector privado y el sector público para garantizar la eficiencia socioeconómica bajo un modelo de desarrollo sostenible y orientado a la producción como lo proponen actualmente desde el Ministerio de Producción de la Nación.
