SALTA (Redacción) – El gobierno nacional puso en marcha el congelamiento de precios para más de 1.400 artículos de la canasta básica hasta el 7 de enero del 2022, a pesar del descontento de los empresarios y las amenazas de desabastecimiento. Esta determinación generó críticas de ese rubro y también de la oposición.
Las firmas dueñas de alimentos informaron que quintuplicaron sus ganancias interanuales y presentaron significativas alzas entre trimestres al enviar sus balances a autoridades reguladoras. Sin embargo, salieron a descalificar al secretario de Comercio y amenazar con el fantasma del desabastecimiento cuando se anunció la imposición de precios máximos.
El secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, salió a responder las declaraciones del presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), Mario Grinman, quien había afirmado que, por el congelamiento de precios por 90 días, va a haber faltante de productos. «Ni amenazas a los argentinos y argentinas, ni desabastecimiento», publicó Feletti en su Twitter.
Además, aclaró que las agresiones y la amenaza de góndolas vacías no es hacia el gobierno o una política, sino contra el pueblo argentino. Y por su parte Grinman formalizó su amenaza al plantear que no tiene ninguna duda de que cuando se le termine al que ya tiene fabricado ese producto, «si eso le provoca pérdida no lo va a volver a fabricar».
Para el gremio de la alimentación no habrá desabastecimiento
Por su parte, el secretario general del sindicato de Trabajadores de la Alimentación, Rodolfo Daer, consideró «no veo un contexto de desabastecimiento: no hay directivas de paralización de producción. Los que más sufren la inflación son los sectores asalariados, jubilados, los sectores medios y del trabajo. El Gobierno «tomó medidas de emergencia», por lo que son «transitorias, no de fondo», señaló.