SALTA (Redacción) – Las peleas internas del Frente de Todos se externalizan y se expanden por toda la sociedad. Esta ocasión fue en el marco de los actos en homenaje a los caídos en la Guerra de Malvinas. Tanto Alberto Fernández como Cristina Kirchner hicieron actos por separados y con diferentes apoyos sociales. Mario Negri, referente de la Unión Cívica Radical, planteó que el poder está quebrado en Argentina.
El referente de la UCR está a cargo de la bancada en la Cámara de Diputados y manifestó su visión sobre lo que ocurre en el país. En primer lugar, lamentó que el acto homenaje de Malvinas se convirtiera en una expresión del Frente de Todos. «Debe ser la primera vez en democracia que la conmemoración de lo sucedido en las Islas Malvinas lo toman como una pelea de poder», expresó Negri. «No tiene nombre no hay forma de justificarlo, me parece una falta de respeto a la memoria», criticó.
Actos por separado
Durante los homenajes realizados ayer a los caídos en la Guerra de Malvinas se hizo más patente que nunca la fractura del Frente de Todos. Es que el presidente encabezó un acto donde se entregaron 15 medallas conmemorativas a veteranos y sus familiares. Este evento ocurrió en el Museo Malvinas e Islas Atlántico Sur. Por otro lado, la vicepresidenta realizó su propio acto en el Congreso de la Nación y estuvo acompañada por Sergio Massa.
Negri y su mensaje al Gobierno
El diputado nacional considera que «se quebró el poder en la Argentina». Al mismo tiempo, alertó diciendo que «este Gobierno debe tener mucho cuidado con no deteriorar cada vez más la debilidad que tiene». Mario Negri no dejo de lado el papel que juega la UCR en este contexto y volvió a insistir con que la tarea de su partido es » apostar a la institucionalidad» del sistema político. Criticó también las demoras y el lento funcionamiento del Congreso.
Sobre la vida legislativa, alertó: «Estamos terminando marzo, empezando abril, y aún no se ha puesto en marcha». En este sentido, aclaró que «a un Gobierno le puede ir bien o mal, pero cuando las diferencias políticas se trasladan al oficialismo en el Parlamento y hay un problema de velocidad, el que lo tiene que frenar el Presidente». Finalizó expresando que «en el Gobierno hay una disputa de poder que ya se sinceró» y «está muy alejado de la realidad y debe encontrar la homogeneidad lo más rápido posible», concluyó.
