SALTA (Redacción) – El Gobierno Nacional anunció que otorgará un nuevo bono durante los meses de mayo y junio. La idea es que trabajadores informales, monotributistas de las categorías más bajas y trabajadores informales reciban una compensación por la inflación. Para evitar emitir, la administración nacional pensó en la creación del impuesto a la renta inesperada que afectará severamente a la producción.
De acuerdo a lo que se desprendió del anuncio de Martín Guzmán y Alberto Fernández, el bono tendrá un costo fiscal de 240 mil millones de pesos. Es por eso que el Gobierno Nacional busca crear el impuesto a la renta inesperada. Para ello, se le cobrará este nuevo tributo a las empresas que en el último año hayan tenido ganancias superiores a los 1.000 millones de pesos, unos 5 millones de dolares.
Martín Guzmán se mostró optimista y celebró la creación del impuesto a la renta inesperada. «Vamos a convocar en las próximas semanas a las fuerzas laborales y productivas para construir un mecanismo que nos permita capturar parte de la renta inesperada producto del shock que implica la guerra. Se busca capturar parte de esas renta para que el Estado pueda tener un rol de desarrollo equitativo», manifestó.
Quien pagará el nuevo impuesto
El ministro de Economía aseguró que solo alcanzará al 3% de las empresas del país y explicó los criterios para ser alcanzado por el impuesto a la renta inesperada. «Lo pagarán las empresas con ganancias superiores a los 1.000 millones de pesos en el año. Es una fracción pequeña del empresariado», aseguró el funcionario.
«La ganancia neta imponible real tiene que haber aumentado de forma significativa en el año 2022 respecto a 2021. Se tomará en cuenta el resultado ordinario en relación a las ventas, lo que conocemos coloquialmente como el margen de ganancia. Quienes hayan canalizado parte de esa ganancia hacia la reinversión productiva, el monto de la contribución será menor”, sentenció Martín Guzmán.
De esta manera, el Gobierno Nacional comienza a buscar como financiar un bono que fue anunciado con enorme expectativa. Es que tendrá características similares al IFE otorgado durante la pandemia, y que fue cobrado por cerca de diez millones de personas. Mucho más de los tres millones esperados y lo que terminó causando una creciente inflación que se manifestó casi un año después.
