Justin Bieber tuvo un esperado y triunfal regreso a los escenarios el domingo por la noche, actuando junto a su amiga Ariana Grande en Coachella 2019. El cantante canadiense de 25 años, quien se había alejado de la escena musical en los últimos años, sorprendió a los fans enardecidos en el Festival de Música y Artes de Coachella Valley en 2019 al unirse a Grande en el cierre del evento. Si en la primera presentación en el festival, la exchica Disney contó con colaboraciones como la de N’Sync o P Diddy, en este segundo recital pensaba presentarse ella sola, sin invitados. Pero los planes cambiaron abruptamente para el deleite de todos.
Ariana Grande demostraba por qué es una de las artistas más cotizadas del momento cuando antes de cantar «No tears left to cry», hizo una pausa para explicar que «Coachella no iba a traer a ningún invitado esta noche, pero mi amigo Justin Bieber vino a pasar un rato con ustedes», dijo a una multitud que gritaba a mas no poder cuando Bieber irrumpió en el escenario. «Y pensamos que podría ser divertido hacer algo por ustedes. Esto no fue planeado en absoluto. Gracias por estar aquí, Justin, los queremos mucho», agregó.
Esto ha sido todo un suceso teniendo en cuenta el tiempo que Bieber llevaba sin pisar un escenario. Hacía dos años que no lo hacía desde que decidió dar de baja su gira y centrarse en la recuperación de su salud. Se ha podido ver al canadiense volver a cantar delante del gran público de la mejor forma y que mejor que como invitado de Ariana Grande que volvía a ser la gran estrella del cierre del festival. Cantó su gran éxito «Sorry» mientras Grande miraba a su lado. Después de interpretar la canción, el exniño prodigio agradeció a la audiencia y le dijo a la multitud: «No he estado en un escenario en dos años». “No tenía ni idea de que iba a subirme al escenario hoy”, dijo al final de su interpretación, “llevaba este look tan casual sin tener ni idea” agregó.
Justin Bieber compartió en redes sociales lo orgulloso que se sentía de la cantante. Ya se venía tiempo hablando de una posible colaboración entre ellos. Y en el agradecimiento que compartió hacia Ariana y Coachella confesó que “se ha sentido bien. Los quiero”. “Tenía que recuperar mi groove, mi rollo”, dijo. Y eso es algo que nadie esperaba, sobre todo, después de haber anunciado que dejaba indefinidamente la música para centrarse en superar su depresión.
Recordemos que el Coachella Festival cumple 20 años este 2019. El evento musical mas grande de Estados Unidos nació en 1999 y se lleva a cabo el último fin de semana de abril —ahora ya son los dos últimos— en el Empire Polo Club de la ciudad de Indio, a dos horas de Los Ángeles y a media de Palm Springs.
Con el paso de los años, Coachella se ha convertido en el lugar preferido por los famosos a punto de ser considerado «The place to be», como se denomina en inglés a ese punto aspiracional en el que no falta nadie. Este año han pasado por allí los hijos de Will Smith, Katy Perry y Orlando Bloom, Hailey Baldwin, Kylie Jenner e Hiba Abouk. En anteriores ediciones, allí han bailado y bebido Lindsay Lohan, Cara Delevingne, Paris Hilton, Brooklyn Beckham o Dulceida.
Mas allá del desfile de ricos y famosos por el predio, en Coachella hay mucha música y de la buena, haciendo del sonido el atributo clave para entender por qué tantas figuras conocidas son parte de la grilla de actuaciones. En 2018 triunfaron The Weeknd, Eminem y sobre todo Beyoncé —cuya histórica actuación ha quedado recogida en un disco y un documental de Netflix, «Homecoming»—, y este año tocaron Childish Gambino, J Balvin, Wiz Khalifa, Bad Bunny, Janelle Monae y Tame Impala.