Cuando sos una figura pública es muy difícil caerle bien a todo el mundo. Aunque Meghan Markle siempre fue bien recibida por el pueblo británico desde que se hizo oficial su relación con el príncipe Harry, de vez en cuando protagoniza una polémica que hace cuestionarse a sus fans si está gestionando bien su fama desde que entró a formar parte de la familia real británica. Un claro ejemplo de esto fue lo sucedido durante su última visita sorpresa a Wimbledon.
Aunque en un principio todo fueron halagos hacia la duquesa, que abandonó su vida de madre primeriza durante unas horas para acudir al partido de tenis que su amiga Serena Williams disputó el pasado 4 julio; ahora empiezan a llegar las críticas por la actitud que tuvo durante su estancia en el torneo. Su equipo de seguridad, se pasó todo el tiempo impidiendo a los espectadores que le sacaran fotos con sus celulares.
Así lo informa la la periodista Sally Jones en el Daily Telegraph, que estuvo sentada en la misma fila que Meghan y que se quedó atónita cuando, al sacar su móvil del bolsillo para tomar una imagen de la tenista americana, se encontró con un hombre delante exigiéndole que lo guardara porque la duquesa estaba allí en una visita “de carácter privado” y no institucional.
“Son unos locos del control. Le dije que no tenía intención alguna de sacar fotos a Meghan, y que en caso de que lo hubiera hecho, como mucho tendría una imagen borrosa de su oreja derecha”, declara esta mujer en el periódico. “Lo cierto es que parecía un poco avergonzado de tener que pedirme algo así”, señala, dando a entender que esta orden habría salido de boca de la propia Markle.
En el artículo del medio mencionado, se consultaron fuentes del palacio y ninguna confirma que existiera esa prohibición expresa de hacer fotos. Aunque sí admiten que es una práctica habitual “pedir al público que no lo haga para permitir a los miembros de la familia real que disfruten tranquilamente de un evento”.
La duquesa de Sussex apareció en la cancha usando jeans, una camiseta negra de Lavender Hill Clothing y un blazer blanco de L’Agence. Meghan completó su look con gafas de sol Le Specs oscuras, un elegante sombrero de Maison Michele y pendientes Pippa Small. La mujer de 37 años se mostró muy alegre durante todo el partido, se la vio riendo y charlando animadamente con sus amigos Genevieve Hillis y Lindsay Roth, quienes asistieron a la Universidad de Northwestern con la duquesa.
La llegada de la ex protagonista de Suits a Wimbledon se produjo pocos días después de que su cuñada, Kate Middleton, asistiera al mismo torneo. Las dos mujeres asistieron juntas al torneo de Wimbledon del año pasado, marcando la ocasión su primera salida en solitario, durante el partido de la Final Única de Damas entre Serena y Angelique Kerber, donde Serena fue derrotada nuevamente. Meghan incluso volvió a usar el sombrero que usó en aquella ocasión para el partido de celebrado el pasado jueves.