El incidente ocurrió el pasado 14 de julio, pero salió a la luz ayer. Según reveló el diario The Sun, D.B., un hombre de 40 años condenado por un crimen de gravísima violencia, consiguió acceder al palacio de Kensington. Desde su salida de prisión, el exconvicto es repartidor de muebles. Fue mientras desempeñaba este trabajo en el palacio, residencia oficial de los duques de Cambridge, cuando coincidió en el patio del mismo con los hijos del príncipe Guillermo y Kate, a los que en ese momento acompañaba su niñera, la española María Teresa Turrión.
El individuo presumió luego de ello ante sus amigos e incluso dijo que el príncipe George es “simpático”, un incidente que ha motivado que Kensington emprenda una investigación sobre sus controles de acceso “El duque de Cambridge ha sido informado y está siguiendo de cerca lo ocurrido”, citaba ayer el diario The Sun a una fuente del palacio Kensington. “Aunque el príncipe Guillermo cree firmemente que los criminales se merecen una segunda oportunidad una vez que han cumplido sus penas, le preocupa que la actual política de seguridad no sea lo bastante fuerte. Es muy importante que sepamos quién entra en palacio”.
Cabe recordar que a principios de este mismo mes la eficacia de las medidas de seguridad de la casa real británica había quedado ya en el ojo de la tormenta después de que un chico de 22 años lograra introducirse en el palacio de Buckingham. Su deseo era ver de cerca a la reina Isabel II, algo que logró en 1982 un ciudadano irlandés que consiguió llegar hasta el dormitorio de la monarca e incluso hablar con ella. Esta última burla a la seguridad real se ha producido además al cabo de solo un año de que se conociera la noticia de que un terrorista islámico había instado a yihadistas a matar al príncipe George con un atentado perpretado en su colegio. En 2017, el medio The Daily Star había destapado ya por su parte unos mensajes en la red Telegram en los que se señalaba al pequeño como objetivo terrorista.
Recientemente el príncipe George festejó su cumpleaños con sus amigos de clase. Ese mismo día se publicaron tres nuevos retratos del heredero a la Corona británica realizados por su madre, Kate Middleton, en los que aparecía con la camiseta de la Asociación Inglesa de Fútbol. Según la revista Hola! el pequeño salía vestido así ya que la temática de la fiesta era fútbol. Pero estas imágenes, por más simple que parecían, causaron gran polémica.
Al parecer el objetivo de los retratos tomados en los jardines del palacio de Kensington, era apoyar a la selección inglesa femenina durante el Mundial de Francia, que finalizó a principios de julio con dicho equipo ocupando el cuarto puesto. Aun así, muchos han criticado que con la elección de dicha camiseta la familia real británica haya antepuesto la selección inglesa de fútbol a las del resto de los países que componen el Reino Unido: la de Gales, la de Escocia y la de Irlanda del Norte.
“Las fotografías del cumpleaños de hoy con el príncipe George llevando una camiseta de la Asociación Inglesa de Fútbol se centran definitivamente en Inglaterra”, protestaba “Gert’s Royal” (un blog especializado en la realeza) a través de su cuenta de Twitter. “De hecho, todas las fotografías y apariciones públicas en Reino Unido de los niños Cambridge han sido en Inglaterra. Aún no tenemos ninguna en Escocia, Gales o Irlanda del Norte”, aprovechaba también para criticar.
Lo cierto, sin embargo, es que de todas las selecciones de fútbol británica parece natural que el pequeño George prefiera la inglesa. Al fin y al cabo su padre, el príncipe Guillermo, es presidente de la Asociación Inglesa de Fútbol desde que en 2005 heredó este cargo de Andrés de York, y es de esperar que el pequeño, al parecer tan aficionado al fútbol como el duque de Cambridge, lo sea también algún día. “Al príncipe George le encanta jugar al fútbol y es uno de los mejores jugadores de su clase. Rara vez se le ve sin su pelota”, contaban recientemente desde su entorno al medio Vanity Fair.