A muchas personas le surgieron dudas cuando los duques de Sussex se mudaron del castillo de Windso a Frogmore Cottage, sobre todo porque pensaban que era una mudanza innecesaria. Al parecer, las mismas dudas tuvieron Meghan Markle y el príncipe Harry, que habrían dicho: “¿Para qué vamos a mudarnos a algunas de esas casas cuando podemos quedarnos junto a la reina Isabel II en alguna de las 1.000 habitaciones que tiene el palacio?”
Según el diario The Sunday Times, la pareja le habría preguntado a la monarca si existía la posibilidad de que ambos, junto con Archie, su primer hijo, podían mudarse al castillo de Windsor. ¿Qué decidio Isabel II? La reina, que pasa gran parte del año en Windsor junto a Felipe de Edimburgo, rechazó el pedido. La reina optó en cambio por recomendar el lugar donde ahora están viviendo, porque consideraba que el castillo no era el lugar adecuado para tener una familia.
«Los duques de Sussex quizá estaban pensando en las habitaciones vacías y las suites que están en los apartamentos privados, o puede que algunas de las antiguas viviendas pudieran haber sido reconvertidas en otra cosa», dice Hugo Vickers, un escritor experto en la realeza británica, en una entrevista con el medio británico Times. «Pero puedo entender cómo podría no ser del todo apropiado tener a una familia viviendo allí».
Los duques de Sussex terminaron siguiendo la recomendación de la abuela de Harry y el príncipe Guillermo. Pero antes, le hicieorn una reforma total a Frogmore Cottage, habiendo gastado aproximadamente 2,6 millones de euros. La reforma incluía unir cinco casas diferentes en una única residencia para la pareja y su bebé. Además, estar rodeados de arboles, para asi estar tranquilos. En el interior de la casa, hicieron una sala de yoga para Meghan Markkle y cubrieron todas las paredes con accesorios anti ruidos.
Hace unas semanas, Meghan Markle y el Príncipe Harry disfrutaron de sus primeras vacaciones de verano en familia y eligieron Ibiza como destino para disfrutar. Como informó el medio Look, el matrimonio real voló desde Londres hasta la isla Pitusa con Archie Mountbatten-Windsor, su primer hijo que nació hace unos meses. Claro que fueron a bordo de un vuelo privado y estuvieron en el destino paradisíaco una semana para regresar ayer lunes a Reino Unido.
Este traslado, de Inglaterra a España, causó gran polémica. Más allá de que hayan gastado 20 mil euros en su vuelo privado, las críticas surgieron por el costo que este tipo de vuelos supone para el medio ambiente. En lugar de embarcar en uno de los tantos vuelos regulares que parten diariamente a Ibiza desde Londres, el príncipe Harry y Meghan Markle optaron por un aéreo privado, que se calcula que emite una cantidad de dióxido de carbono seis veces mayor a la de esos otros vuelos “normales”. Está elección genero mucha controversia, mas viniendo de ambos que siempre están a favor de causas ecológicas para ayudar al medio ambiente.
Recientemente, Ken Wharfe, quien fue el guarda espaldas de la princesa Diana durante casi 10 años, hizo saltar la chispa en Reino Unido. En una entrevista a Vanity Fair USA, dijo que los duques de Sussex son unos hipócritas por decir una cosa y hacer otra: “Francamente, es hipócrita. Harry no puede estar predicando sobre los efectos catastróficos del cambio climático mientras vuela alrededor del mundo en avión privado. Está muy bien ponerse de pie y predicar, pero que el público verá esto como hipócrita. ¿Por qué poner otro avión en el aire cuando se puede viajar en uno comercial?”.