El cantante urbano J Balvin no deja de sorprender a sus fanáticos con sus divertidos posts. En infinitas ocasiones demostró que la música no es el único talento que tiene, compartiendo publicaciones de él cocinando o haciendo manualidades. Recientemente deleitó a sus más de 30 millones de seguidores en Instagram con un ocurrente video de él bailando guaracha. El reguetonero aparece con una capucha sobre la cabeza y una botella en la mano bailando la danza colombiana.
“¡Sonidos de mi tierra! LA GUARACHA. Colombia”, escribió Balvin como leyenda de su video, que cuenta con más de con más de 4 millones y medio de reproducciones a 24 horas de ser publicado. Asimismo cuenta con miles de comentarios de sus fanáticos que destacan su habilidad para el baile y su carisma. Por si fuera poco, sus colegas músicos, entre ellos Karol G, Zion, Alejandro Sanz, entre otros, también dejaron su veredicto sobre la coreografía.
Hace algunos días, el intérprete de “Ay Vamos” festejó haberse convertido en el primer artista latino en liderar el festival Lollapalooza de Estados Unidos, uno de los eventos más importantes del mundo, y ofreció un show de casi dos horas llenas de emoción y energía. Sin embargo, es noticia lo que hizo antes de subir al escenario. Previo a su show ofreció una entrevista al youtuber puertorriqueño Chente Ydrach y reveló datos desconocidos sobre su vida privada.
La lucha contra la depresión y todos los problemas que atravesó para llegar a lo que hoy es quedaron en segundo plano cuando el colombiano contó que fue víctima de un secuestro en el extranjero. El boricua reveló que esta experiencia sucedió cuando vivía en Oklhaoma, Estados Unidos, donde viajó como parte de un programa de intercambio para aprender inglés. Es común que a los estudiantes los hospeden familias de la ciudad que los recibe, y en el caso de Balvin fue la directora de la institución quien lo alojó en su hogar.
Sin embargo fue esta mujer quien se obsesionó con él y no lo dejaba salir de su casa. «Me voy de intercambio, termino en Oklahoma en casa de la directora del colegio y la persona que me aceptó como su inquilino. Yo siento que lo que hubo ahí fue un cariño descontrolado de una madre a un hijo (…) yo creo que ella sintió un cariño muy especial y ella dijo: este hijo no se me va de acá», contó el cantante, que en aquel momento tenía 17 años.
«Empecé a caer en una tristeza muy grande porque no llegaban llamadas de mis padres, de mi familia, de mi novia. Ella (la directora) cortó la comunicación con mi gente. Yo la confronté un día que me quise escapar de la casa. Fui a buscar el pasaporte para escaparme y no estaba, lo busqué, lo busqué y no estaba, cuando me di cuenta la confronté y me dijo: ‘Yo lo tengo’, y no me lo dio… yo dije esto es un secuestro y así estuve por un mes y medio», reveló.
Finalmente, el colombiano contó que logró escapar gracias a un amigo de su propio país que fue a su rescate. Luego de esa experiencia, viajó a Nueva York donde se ganaba la vida paseando perros. Posteriormente, se mudó a Miami donde se dedicaba a pintar paredes. Yo me fui para Nueva York después de que me pude escapar y me enamoré de la ciudad, de la cultura del hip hop y me enamoré más del género urbano, y pensé: ‘Esto es lo que yo quiero’», concluyó.