A sus 55 años de edad, Brad Pitt en sin dudas una de las figuras más importantes de Hollywood. Viene de protagonizar, junto con Leonardo DiCaprio el éxito dirigido por Quentin Tararantino, “Once Upon a Time in Hollywood” y próximamente lo veremos en la cinta futurista Ad Astra. Sin embargo para llegar a lo que hoy es, tuvo un difícil camino. Lo que no sabíamos es todos los trabajos por los que pasó antes de convertirse en el actor de gran calibre que es. Hasta ahora, ya que fue él mismo quien lo reveló en una entrevista.
“Hice de chófer, de stripper, entregué neveras portátiles a estudiantes de la universidad…”, relató Pitt. Pero quizas su trabajo más curioso fue cuando se convirtió en la mascota de El Pollo Loco, un establecimiento de comida en el Sunset Boulevard. Su trabajo era “fácil”: se ponía el disfraz emplumado, se ubicaba en la vereda y empezaba a bailar. “Ya. Fui el ingenuo dentro de ese disfraz. Pero me permitía pagarme las clases de actuación”, reveló el actor durante el pasado festival de cine de Venecia.
Brad relató su pasado con mucho sentido del humor y humildad, ya que todo eso le sirvió para convertirse en lo que es ahora. Y se viene lo mejor de su carrera. Así lo relató, cuando habló de su personaje en Ad Astra, que será dirigida por James Gray: “Puede que sea mi película más potente. Me obligaba a ser dolorosamente honesto en mi actuación”. El actor es uno de los firmes candidatos para ser nominados para los Oscar, debido a su papel en la película de Tarantino. “Es demasiado pronto”, declaró sobre el tema. “Y se trata de que las películas tengan significado para la gente. Si haces este trabajo por los premios, estás jodido”, puntualizó.
Hace dos años Brad Pitt sorprendía a todos admitiendo que se refugió en el alcohol para sobrellevar el divorcio con Angelina Jolie. Esta fue una de las épocas más oscuras para el actor, donde se puso en riesgo no solo su carrera, sino su familia. Por suerte, el protagonista de “Bastardos sin Gloria” se encuentra rehabilitado, pero tuvo que pedir ayuda para lograr esto. A pesar de que su gente más cercana se ofreció, lo más determinante para él fue un grupo de alcohólicos anónimos.
En una reciente entrevista para New York Times, recuerda estos momentos de soledad que lo sumergieron en la bebida. “Por aquel entonces estaban pasando cosas en mi familia. Dejémoslo así”, comienza explicando Brad. “El hecho es que todos llevamos dentro mucho dolor, pena y pérdida. Nos pasamos la mayor parte de nuestro tiempo ocultándolo, pero siempre están ahí dentro de ti. Y tarde o temprano tienes que abrir esas cajas”, afirma.
Pitt fue muy valiente, ya que para entrar al grupo de autoayuda tuvo que dejar de lado las palabras de su padre: “Sé fuerte y nunca muestres a nadie que eres débil”. Un acto valiente sin dudas, ya que con su fama se arriesgaba a que sus secretos se filtraran a la prensa. Por suerte no fue así. “De repente me encontré sentado en una sala rodeado de hombres que estaban contando sus problemas a desconocidos de la manera más honesta y abierta que nunca he visto”, recuerda.
“Era un espacio seguro donde nadie te juzgaba por lo que habías hecho, y por lo tanto, tú tampoco te juzgabas a ti mismo”, afirma. “Fue una catarsis. Me sentí realmente libre al poder enseñar mi lado más feo sin miedo a lo que pensaran, lo valoré mucho, sentencia Pitt, que desde entonces no ha vuelto a probar el alcohol. «Había llevado las cosas tan lejos como pude, así que eliminé mis privilegios para beber», concluye.
