Después de haber generado una avalancha de críticas durante los últimos meses, incluyendo su viaje en jet privado y la renovación de su casa por 4 millones de dólares, según han señalado algunos, parece que Meghan Markle está utilizando su gira por África junto al príncipe Harry como una oportunidad para generar un cambio opinión respecto a la imagen que está proyectando. Ha sido una campaña cuidadosamente elaborada, donde se ha visto a la duquesa de Sussex sentada en el piso junto a otras madres, abrazando a niños empobrecidos, vistiendo ropas «viejas», incluso dejando su anillo de compromiso de 140,000 dólares en casa.
Fuentes de The Post han señalado que sus amigos cercanos le han están brindando asesoría respecto al modo en cómo está proyectando su nueva imagen, incluida su amiga Keleigh Thomas Morgan y otros en Sunshine Sachs, una firma localizada en Los Ángeles conocida por la gestión de crisis en la imagen de las celebridades. «Meghan sabía que necesitaba ayuda de profesionales, por eso ha contactado con algunas pocas personas de confianza, incluida Keleigh», dijo una fuente cercana de Meghan. «Ella tiene algunos contactos en el Reino Unido que están muy bien informados en los medios británicos».
Lo más importante para los medios
Por su parte, la forma Sunshine Sachs señaló a The Post que la compañía ha sido contratada solo para ayudar a la Fundación caritativa Sussex de Harry y Meghan. Según las fuentes, quizás lo más importante de su desarrollo mediático, en términos de dar al público lo que quieren, ha sido que Meghan y Harry finalmente permitieron que su hijo Archie fuera fotografiado. Anteriormente la pareja solo habían publicado un puñado de fotos formales, y tras la acción fueron acusados ??de «esconder» al bebé.
La cuenta de Instagram de Sussex Royal publicó un video de la familia caminando para encontrarse con el Arzobispo Desmond Tutu, quien ha sido un reconocido activista contra el apartheid. En dicha ocasión Harry dijo a su hijo: «Vas a conocer a Arch, Arch». Durante su primera gira real, por Australia, Nueva Zelanda, Fiji y Tonga, hace un año, Meghan lució artículos de lujo de Stella McCartney y Oscar de la Renta. Esta vez decidió usar una chaqueta de mezclilla de Madewell valorada por 100 dólares, y algunos vestidos de Verónica Beard y Martin Grant, ambos usados ??mientras estaba embarazada.
Un importante mensaje
También envió un mensaje ecológico al usar marcas que practicaban la sostenibilidad. La duquesa no solo mostró su lado compasivo al abrazar y bailar con los lugareños, sino que visitó un monumento construido en honor a una estudiante sudafricana asesinado como un «gesto personal» después de «seguir de cerca la terrible historia», dijo una portavoz del Palacio de Buckingham. Meghan y Harry también usaron pulseras de «justicia» que honraron a The Justice Desk, una iniciativa sin fines de lucro que apoya el empoderamiento femenino.
El viaje, hasta ahora, ha sido una verdadera clase magistral, y ha recordado al público que alguna vez adoró a Meghan por qué se enamoraron de ella en primer lugar. Al igual que muchos viajeros ávidos en hacer un gran viaje, Meghan Markle empacó algunos de sus vestuarios favoritos probados con anterioridad, así como algunas piezas nuevas que son relativamente asequibles al público en general, para su viaje a Sudáfrica.
Una declaración de moda
El duque y la duquesa de Sussex iniciaron su primera gira oficial como familia el 23 de septiembre junto a su hijo Archie. Durante la excursión de 10 días altamente fotografiada, la nueva madre aparentemente intenta hacer que sus declaraciones de moda sean un poco más sutiles, como lo demuestran sus elecciones hasta ahora. En Ciudad del Cabo, la duquesa Meghan lució un vestido cruzado estampado en blanco y negro hecho de tela africana tradicional de la marca Mayamiko, con sede en Malawai.