Kate Middleton vive el drama de la salud mental de cerca. Hace algunas semanas, su hermano James reveló que sufrió de depresión y vivió “sumido en un pozo oscuro durante un año”. Ahora se acaba de comprometer con su novia y le contó al medio Telegraph que el apoyo de su familia fue clave para su recuperación.
Claro en este apoyo está incluida la duquesa, ya que acudía a terapia con él para ayudarlo a superar el trastorno. Kate dejaba a sus hijos y su gran cantidad de actividades laborales de la familia real para apoyar a su hermano en uno de los momentos más difíciles de su vida. Se podría decir que ella es un pilar muy importante en la vida de James.
De hecho, el anillo de compromiso de Kate que perteneció a Diana, fue fuente de inspiración para su hermano para crear la alianza con la que le pidió matrimonio a su novia, la joven francesa Alizee Thevenet. La pareja vive junta desde hace unos meses en Battersea al sudoeste de Londres y lleva una vida muy tranquila que le permite a Janes tener estabilidad.
Ahora el hermano de la duquesa pasa por un buen momento, tras luchar contra la dislexia, el TDA y la depresión. Caso contrario era lo que le sucedía hace solo dos años, cuando no podía dormir, leer o comer y lo único que quería era estar solo. No quería ni podía de hablar con nadie, ni siquiera con su familia o sus amigos que lo intentaron por todos los medios posibles.
James terminó yendo a un hospital psiquiátrico para una consulta en la que le preguntaron si tenía pensamientos suicidas. Reconoció que sí, que alguna vez lo había pensado pero dijo que en realidad “no creo que alguna vez lo haga”. Su informe concluyó que no era una amenaza para sí mismo. Aun así estaba “completamente perdido”, por lo que terminó asistiendo durante dos años a terapia.
