Hace unos años actuar en el show de mediotiempo del Super Bowl era considerado el mayor regalo promocional que podía recibir un artista. Pero todo cambió desde que estalló el escándalo de Colin Kaepernick, el jugador negro que desafió al gobierno de Donald Trump hincando la rodilla en el césped mientras sonaba el himno antes de comenzar el partido.
Este gesto hizo que la derecha estadounidense caiga sobre el jugador por menospreciar un símbolo nacional. A pesar de que Nike lo convirtió en protagonista de una de sus últimas campañas, la NFL, organización a cargo de organizar el Super Bowl, se puso del lado de los primeros y creó una nueva ley en la que avisaban que cualquier jugador que se atreviera a hacer lo mismo en el futuro, sería sancionado.
Es por eso que Colin ya se retiró del futbol americano y por eso varios artistas como Rihanna rechazaron la invitación de cantar en el evento deportivo con mayor audiencia del mundo. “No podía arriesgarme a participar en algo así. ¿Para que gane quién? Desde luego, no mi gente. Simplemente no podía venderme de esa manera. Hay cosas en esa organización con las que no estoy de acuerdo y no iba a ir allí a servirlos de ninguna manera”, decía la cantante.
Pero en el de este año como ya sabemos estarán presentes Shakira y Jennifer Lopez, quienes creen que sí hacerlo es la mejor protesta política que pueden hacer contra el racismo. “Entiendo que haya gente que no quiera actuar en la Super Bowl. Todo el mundo tiene derecho a tomar sus propias decisiones y a sentirse cómodo con lo que están haciendo. Pero yo lo veo como una plataforma fantástica, y una de las más grandes del mundo, para transmitir un mensaje al público”, explica JLo en una reciente entrevista.
“Personalmente creo que es maravilloso que dos mujeres latinas podamos actuar en Miami durante la Super Bowl. Podemos aprovechar esos 14 minutos para que todo el mundo entienda lo mucho que valemos los latinos en este país. Puede ser una celebración maravillosa de nuestra cultura”, afirmó.