“La reina ha muerto esta mañana por un ataque al corazón. Se anunciará mañana a las 9:30 horas”, fue el mensaje de Whatsapp que se filtró en las redes y revolucionó Internet la tarde de domingo pasado y la mañana del lunes posterior. Tan alterados estaban todos que Buckingham tuvo que salir a desmentir la noticia.
Charlie Proctor, uno de los mayores expertos en la Casa Real inglesa, se vió obligado a intervenir vía Twitter para frenar la bola de nieve de esta noticia falsa: «Veo que hemos llegado a esa época del año en la que tengo que disipar los rumores de la muerte de Su Majestad. La reina no está muerta. Está bien, viva y ansiosa por recibir al presidente Trump y otros líderes mundiales en el palacio de Buckingham el martes para la recepción de la OTAN».
Se cree que Gibbo, persona que por el momento no ha sido identificada, podría ser un militar que no estaba demasiado al tanto de lo que ese día ocurría en la Royal Navy, recibió el mensaje, hizo una captura de la pantalla de la conversación, lo difundió y así comenzó el lío. Probablemente su intención no era provocar el caos y que el mundo pensara que la monarca había fallecido, pero sucedió.
Un portavoz de la Royal Navy confirmpó ahora al portal The News que se estaba realizando un simulacro de la Operación London Bridge, el nombre en clave utilizado para el protocolo sobre cómo proceder cuando Isabel II muera. “Se realiza de manera regular y de la que no debe extraerse ninguna conclusión”, dijo para luego lamentar el “daño que haya podido causar el malentendido”.
El exparacaidista Alfie Usher fue una de las personas que probablemente más contribuyó a la difusión de la noticia al compartir la captura en su página de humor militar de Facebook, donde cuenta con más de 100 mil seguidores. En seguida, todos empezaron a preguntarle por el mensaje dando por hecho que era cierto, lo que provocó que decidiera eliminar la publicación.