Luego de ofrecer en Madrid un concierto para 15000 personas en marco de su gira mundial El Mal Querer y ser ovacionada por todos los presentes, Rosalía durmió apenas media hora para subirse a un avión y dirigirse a Los Ángeles para recoger un premio en los prestigiosos Billboard Women in Music.
Una gala que rinde homenaje cada año a las mujeres que han marcado un antes y un después en el mundo de la música y que anoche reconoció a Taylor Swift como Mujer de la década; a Billie Eilish como Mujer del año y a Rosalía como Estrella emergente del momento. Un título totalmente merecido que la autora de Malamente aceptó visiblemente nerviosa sin que ello le impidiera dar un emotivo discurso a favor de la igualdad de género en la industria del entretenimiento.
“Nací en Barcelona en una familia muy matriarcal. Había muchas mujeres fuertes en mi familia. Mi madre por ejemplo hacía muchas cosas al mismo tiempo, nunca supe como se las arreglaba”, explicaba Rosalía ante una audiencia llena de estrellas internacionales. “Luego estaba mi hermana, con la que de adolescentes jugaba a vestirnos y a crear looks muy locos que luego nos poníamos para sacábamos fotos. Honestamente, no estoy muy orgullosa de muchos de esos looks, pero bueno, esa es otra historia”, continuaba.
“Mi manager Rebeca también es muy importante. Desde hace dos años es una figura clave para mí. Juntas queríamos crear un equipo compuesto solo por mujeres, eso era esencial para nosotras. No podríamos haber hecho todo esto sin vosotras”, afirmaba antes de nombrar a todas y cada una de las mujeres que actualmente forman parte de su equipo.
“Cuando tenía 15 años y entré por primera vez en un estudio de grabación mis grandes inspiraciones siempre fueron mujeres. Desde Lola Flores a Janice Joplin, pasando por Patti Smith. Pero recuerdo que cuando llegué allí me sorprendió ver que todo eran hombres, desde el ingeniero de sonido al productor, pasando por los músicos. Que estaba muy bien, ya me entendéis, pero me chocó tanto que desde entonces no he dejado de luchar para que siempre haya el mismo número de hombres y de mujeres en el estudio. Tan simple como eso”, denunciaba. “Estamos aquí gracias a todas las mujeres que nos abrieron el camino antes de que llegáramos nosotras. Y ahora nos toca a nosotras estar aquí para abrir camino a las que vendrán”, concluía.