Una de las decisiones más difíciles para una madre y un padre es ponerle nombre a su hijo, ya sea porque ninguna opción convence, o al contrario, les gusta más de uno y no se pueden decidir. Kris Jenner no tuvo este problema a la hora de nombras a sus hijas, y recurrió a una estrategia para que todas se relacionen entre sí.
Las tres hijas que la matriarca de las Kardashian tuvo con su primer marido, Robert Kardashian, tienen nombres que comienzan con K: Kourtney, Kim y Khloé. Y su hijo Rob se llama igual que su padre. Años después, cuando Kris se casó con Caitlyn Jenner, también recurrió a esa inicial: Kendall y Kylie.
Pero nada es lo que parece y todo podría haber sido distinto. “¿Sabías que tu nombre iba a ser Juliet?”, le cuenta Kim a Kendall durante el último episodio de Keeping Up with the Kardashians. “Juliet Jenner”, insiste su hermana mayor, como si le pareciese algo increíble. “Pensaba que iba a ser Cameron”, le contesta su hermana. “No, (a Kris) le gustaba mucho la J. Ella pensaba ‘Ok antes usé la K, ahora voy a usar la J’. Y en el último minuto, dijo ‘Me quedo con la K’”, explicó Kim.
Y así fue como Kendall fue Kendall. Pero el nombre de Kylie también peligró. “Seguíamos diciendo, ‘Kendall y Sophia,’ o ‘Kendall y Jane’. Sabes, intentábamos pensar en qué nombre quedaba mejor con Kendall”, añadió Kris. “Era ‘Kendall y Kelly,’ y después decidimos que sería ‘Kendall y Kylie’. Pensamos que era perfecto. Kendall y Kylie tenían que ir juntas”, concluyó la matriarca del klan.
¿Qué se le puede regalar a alguien que ya tiene todo, como los Kardashian? Kris Jenner, la matriarca del clan, lo tiene muy en claro: una visita gratuita a su cirujano plástico de confianza, por el que ya han pasado todas sus hijas. La celebridad decidió que esta navidad le entregará a sus hijas diferentes tarjetas regalo para que puedan inyectarse bótox cuando les apetezca. Mirá todos los detalles en la siguiente nota.