El menú oficial del que disfrutan la reina Isabel II y sus familiares el día de Navidad siempre fue todo un misterio. Gracias al anterior chef oficial, Darren McGrady, se han podido conocer algunos de los detalles de la comida que se sirve en este tipo de días. Darren trabajó para la corona británica durante 15 años y cocinó en numerosas ocasiones para todos sus miembros, incluida la princesa Diana.
El día de Navidad empieza con un desayuno muy fuerte, pero más informal que el resto del día. Pasadas unas horas llega el momento más esperado e importante del día: la misa de Navidad. Y después de esta, la gran comida navideña, un almuerzo exquisito lleno de platos para que nadie se quede con hambre.
La comida principal incluye una ensalada con gambas y el esperado pavo asado, que también puede ser sustituido por jamón asado u otro tipo de carne. Como platos secundarios, distintos platos de vegetales suelen ser bastante comunes. De postre pudín con mantequilla de brandy y un plato especial de chocolate negro escogido por la reina, que es una gran amante del chocolate.
Darren cuenta que una tradición muy emotiva es la del brindis con el chef. El cocinero superior entra en el comedor y prepara el pavo para que la familia lo pueda degustar, una vez que ha terminado, la reina le presenta y todos brindan con un vaso de whisky en su honor. Cuando termina el banquete, llega el momento de ver el discurso de la reina.
Entonces, la familia se reúne frente al televisor, para verlo todos juntos. Tras el inciso, tienen un rato de descanso antes de que llegue la hora del té, en la que comen una torta navideña de frutas. Por la noche, el escenario cambia completamente y la familia disfruta de un exquisito bufé, con entre 16 y 20 opciones para elegir.