SEMANARIO (El Intransigente) – Ponerle el cuerpo. En tan poco, cabe un mundo. Apostar cada parte de este templo llamado cuerpo, cuando cruzo la puerta y hago de los exteriores un escenario sin límites. Es eso lo que falta hoy; más apasionados que le pongan cuerpo a la vida. Más no hay mentira en él, sino autenticidad. Aunque algunos sabios del lenguaje lo manejan a la perfección y con disimulo, con astucia e inteligencia, cuando el cuerpo habla, no hay filtro que valga.
Las artes son palabra mayor en esta materia. La danza, el canto, la música, el dibujo, la pintura, la escultura, entre tantas más, son prácticas artísticas que tienen como protagonista y mediador del proceso al lenguaje corporal. En el caso del teatro en particular, sucede de la misma manera haciendo del escenario, el actor o la actriz y el público un círculo virtuoso y un intercambio fortuito.
Como no profundizar en aquello que sucede cuando un cenital se enciende y nos revela a “alguien” mostrando toda su humanidad ante un espectador hambriento de historias y emociones. En esa búsqueda me encontré con Roxana Lugones y Maxi Núñez.
Actor y actriz 24/7: ¡tengo el alma hecha Teatro!
Con 44 años, Roxana es una actriz reconocida en Salta, directora y profesora de Teatro, recibida en la Facultad de Artes de la UNT (Universidad Nacional de Tucumán). Asimismo, una de las creadoras, junto a Natalia Aparicio, de la EAD, Escuela de Arte Dramático de Salta, una escuela de formación actoral que está vigente en Salta desde el año 2012.
Actualmente dirige dos obras que estrenaron el año pasado “Amores Clásicos” y “Marathon”, y una infantil que se va a estrenar próximamente en las vacaciones de julio en el ciclo “Cultura a la Vista”. Su inquieta e insistente labor por difundir la actividad teatral la llevó a hacer radio también. Es cuestión de sintonizar Radio Nox, todos los miércoles de 16 a 17 horas y encontrarse con esta mujer tan empática, divertida y amena.
“El teatro para mí, es mi vida. El teatro es tantas cosas, pero sobre todo es una combinación de sensaciones tan efímeras y a la vez nítidas. Solo el hecho de poder transitarlo y vivirlo es tan mágico, yo no sé qué haría si no hiciese teatro”, admite Ro, dejando entrever a esa niña interior que aún continúa nutriéndose con la misma pasión, y que se refleja en el brillo de sus ojos negros contundentes cuando habla y el pecho inflándose.
“Siempre me gustó actuar. Desde niña actuaba en los actos del colegio, me gustaba ver obras y hasta de alguna manera dirigía. Las dirigía a mis amigas cuando jugábamos de niñas. Hasta que me decidí por estudiar, así que fui a la universidad en Tucumán y a partir de ahí no paré”, recuerda.
Por su parte, Maxi es un actor de teatro de 33 años, quien actualmente reparte su tiempo entre la obra «Marathon» y el Profesorado de Teatro en el ISPA. “Yo me inicié estudiando comedia musical cuando tenía 17 años, luego seguí estudiando diversas ramas como el teatro, mimo, clown, canto. Siempre me enseñaron y aprendí que debía seguir estudiando todo lo que pudiera, porque el actor cuanto más conocimientos tenga, mejores propuestas puede hacer en una obra. Siempre fue mi necesidad conocer más”, explica, revelándome su frase de bolsillo, a la cual lleva consigo como premisa de vida y que quizás pueda ayudar a graficar su esencia, y es que “la disciplina siempre le gana a la inteligencia, porque cuando no tienes ganas de hacer algo la disciplina te obliga”.
El segundo lunes de mayo de cada año se celebra el Día del Actor en Argentina desde 1992, una fecha que visibiliza y difunde la labor de los actores y actrices en la región, poniendo al teatro en la mira del entorno cultural y social. Pero la tarea no se agota allí y lo cierto es que no se vive por amor al arte simplemente; ser actor requiere de la entrega misma el primero, el segundo, el tercero, el cuarto y cuantos lunes más de cada mes. “Yo celebro ser actriz, en cada función, en cada ensayo”, subraya y agrega sonriendo: “Algo que siempre digo es que sí se puede vivir del teatro, para todos aquellos que cuando les digo que soy actriz, me preguntan: ¿Y de qué vivís?”.
Salta, tierra de oportunidades
Con el mismo optimismo, dedicación y compromiso Roxana considera que en Salta hay todavía mucho por hacer. “Cada vez hay más producciones locales, el público en general se está acercando más al teatro. El que ama este arte puede encontrar la manera de hacerlo tranquilamente”, asegura, poniéndose al hombro no solo su talento sino también a tantos más que coinciden en esta lucha al momento de ejercer esta profesión. Es por ello que Roxana incorporo a su diccionario moderno el hashtag #HayTeatroenSalta, aclarando que el teatro existe a pesar de las falencias en las políticas culturales o en los dichos sin asidero de aquellos que desconocen lo que se realiza en la provincia.
Mientras tanto, Maxi hace un balance positivo del teatro en la región, tanto desde el lado de la oferta como el de la demanda. “Hasta hace poco poca gente se veía en los teatros donde había funciones de grupos independientes. Hoy está creciendo. De a poco pero crece. En cuanto al teatro en sí mismo, también está creciendo en la producción de obras. Es bueno saber que todos los fines de semanas de este año hay 4 o 5 funciones de distintas obras y de diferentes grupos”, profundiza y agrega: “Creo que siempre he sido un crítico de aquellos que no se preparan, no estudian y no avanzan porque en definitiva eso se ve en la obra que presentas luego. Ya sea que estés actuando o estés en la dirección, siempre digo que la disciplina y el seguir integrando conocimientos son los que te sustentan en esta carrera”.
En este punto vale hacer un parate, para destacar el rol de la Escuela de Teatro (EAD) en la formación de excelencia de los artistas que la integran. “Hoy da gusto ver actores y actrices salteños que tienen fundamento arriba de un escenario. Se ven claramente esos procesos. Se ven profesionales. Yo creo que las oportunidades las busca uno mismo. Pero en este caso podría decirse, que faltan más oportunidades para los grupos independiente en cuanto a proyectos que se sostengan y beneficien a todas estas estructuras de teatro”, advierte.
El teatro como modelo de un aquí y ahora
No caben dudas de que en el teatro reside la magia. Aquella magia de la que tantos nos hablaron los cuentos y las películas. Y no me refiero a las historias de fantasía, pongo el acento en todas y cada una de las obras que eligen ser puestas en escena ya que no se trata sólo del qué sino del cómo. Apelo a la experiencia de Ro para poner en palabras algo que la experiencia puede contar. “Es un arte efímero, irrepetible. Es necesaria la presencia del otro (espectador) para que suceda. Depende de la mirada del público y eso hace que cada función sea tan distinta. No hay manera de transmitir lo que se vive ahí, sin que hayas estado. Un cuadro lo podés ver en una foto, a la música la podés escuchar en tu auto, un libro lo podés leer en tu casa. Al teatro hay que ir, salir de tu casa, requiere una preparación… eso lo hace único”, analiza.
De la misma manera Maxi considera que el teatro es la vida en su máxima expresión, el aquí y ahora. “Es lo que está pasando en ese preciso momento. Momento que ya no vuelve. El teatro está vivo. No está grabado ni editado. Si te equivocas no hay forma de volver, tienes que seguir adelante, si te olvidas improvisas y seguís. Como en la vida misma. Esto permite que al teatro se lo disfrute de otra forma en comparación con las otras artes. El teatro depende de muchos factores, depende de la interpretación del actor, de la energía que se logra en el ambiente, de las luces, de la escenografía, del error, del acierto, del público. Esto hace que todas las funciones sean todas distintas. Es por eso que el teatro está vivo. Y si algo tiene vida entonces encontrás muchas virtudes”, profundiza.
En la esfera teatral se utiliza comúnmente el concepto de la “cuarta pared” para referirse precisamente a esa pared invisible e imaginaria, valga la redundancia, que está al frente del escenario de un teatro y que separa al actor del público. Si bien es necesaria y estructural a la disciplina, siempre y cuando la puesta lo requiera, opto por romper la cuarta pared como una actitud de vida al igual que Ro. “En mis obras prefiero romperla, me encanta mirar al público mientras actúo, pienso en que piensan…”, admite.
La actividad teatral como lente de la vida real y eco de un decir
Arthur Miller, dramaturgo y guionista estadounidense, postergó su carrera como periodista para dedicarse de lleno a este rubro y en una de sus tantas conclusiones afirmó: “el teatro no puede desaparecer porque es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma.”
¿Qué hay de común entre el teatro y la vida? ¿Acaso una mera representación? ¿Cuándo se cierra el telón la historia muere?
“Muy sabio Miller, el teatro es la vida. En él se refleja nuestra realidad. Más allá que la obra sea o no de la época. El actor y director cuando decide hacer una obra es porque algo actual está resonando ahí. Es una herramienta muy eficaz para ver nuestra realidad”, concluye Roxana reafirmando su perspectiva teatral, o más simple, su manera de llevar adelante la vida a través del teatro y viceversa.
En palabras de Maxi, y en sintonía con este pensamiento, el asegura que “el teatro te lleva a enfrentarte y eso produce cambios modificaciones. El teatro incomoda, expone pero lo hace con objetivos claros. El teatro siempre estuvo y cuanta más crisis hubo el teatro siempre fue una de las armas más fuerte contra esas crisis. El teatro existe porque existe la sociedad, entonces es parte de la vida corriente, ambas se necesitan”.
“Para mí el teatro es un hermoso encuentro con vos mismo y con los demás. Es un decir fuerte. Un compartir con otros lo que piensas. Esto te lleva a que indudablemente necesites del teatro en una sociedad, ya que el teatro puede ser un cuchillo que se clava en lo más profundo de la sociedad, muestra el lado flaco y lo denuncia, como también puede ser el lugar donde te enfrentas a tu propia realidad. Por eso para mí el teatro te transforma, te modifica ya sea que estés de un lado, como parte de una escena, o del otro lado, con el público. El teatro te lleva a moverte, te inquieta, te anima a mirar tu realidad de otra forma. Te ayuda a pensar diferente y te pone en perspectiva. Te impulsa a generar cambios”, reflexiona Maxi con suma madurez, sabiduría y la sensibilidad, urgente, constante e innata del artista.
Descartes decía: “Pienso, luego existo”. ¿Y si acaso tenía razón? Hay historias, como las de Roxana y Maxi, quienes pensaron, actuaron por ello e hicieron de la vida la escena predilecta.