SALTA (Redacción) – Que en todas las historias yace un arlequín, singular, llamativo y atrapante. La astucia, ingenuidad y perspicacia, los trajes pintorescos, sus misteriosas máscaras y el estampado romboidal, fueron motivo de representación en las pinturas de Picasso y Salvador Dalí. Si ahondamos en la historia, nos encontramos con este personaje en los inicios de la comedia del arte, una modalidad teatral surgida en Italia en la mitad del siglo XVI.
La danza también ha dado lugar a los arlequines como protagonistas de algunas icónicas obras. Valiéndonos de esta figura, vigente a través del tiempo y el espacio, llegamos a «Arlequín Studio”, un espacio pensado para quienes optan por la danza como un puente de expresión, un pasatiempo, un hobbie, un lenguaje y una forma de vida 24/7. Esta vez nos abre sus puertas.
«Arlequín esta inspirado en el personaje del bufón del ballet – El lago de los cisnes -, que es divertido, versátil, virtuoso y multifacético además de transmitir un espíritu feliz y alegre. Es un personaje con el que el director Axel Slodki se siente identificado, y al que interpretó en varias oportunidades durante su carrera como bailarín», explica Valeria, su pareja y bailarina.
La danza del amor, una obra basada en hechos reales
Valeria es mamá de Uma Slodki, licenciada en Nutrición, maestrando en Salud Pública, dueña de Arlequín Studio, docente de la Universidad Nacional de Salta y conductora del programa radial Buen Vivir. Por su parte, Axel Slodki es bailarín, maestro, formador, coreógrafo, Subdirector del Ballet de la Provincia, director de Arlequín Studio y papá de Uma.
Entiendo que el amor es un arte. Y la danza es amor y pasión en movimiento. Me resulta inevitable preguntarme sobre esta historia de amor y la danza que supo unir a Valeria y Axel. «Comenzamos desde pequeños a hacer danza en el mismo lugar donde hoy está Arlequín Studio. A los 11 años nos conocimos y nuestra historia de amor comenzó entre las clases y los festivales cuando ya éramos adolescentes», recuerda ella.
Mientras retoma viejas postales de este espacio cuando estaba en manos de Liliana Biagini, su maestra y quien interpuso de manera afortunada la danza en el devenir de ambos, Valeria me cuenta que a medida crecieron cada quien se aferró a sus pasiones con la fe puesta en el reencuentro y jugándose todas las ilusiones. Podríamos decir que el comodín, con ese Arlequín grabado en él, les trajo suerte.
Axel viajó y vivió en Tucumán, Buenos Aires, Cuba y Córdoba perfeccionándose y formando parte de ballets estables mientras que ella comenzó su carrera de Nutrición en Salta. «Hace 11 años nos casamos y nos quedamos a vivir en Córdoba y hace tan solo dos años, llegó el amor de nuestras vidas, UMA, en nuestra querida provincia de Salta», agrega.
¡Bailemos! ¡Bailemos! Sino estamos perdidos
El amor tiene la capacidad de trascender y cada vez son más aquellos que desafían lo que ya está escrito. De a uno y a la par, ambos supieron vivir de lo que aman y lo bautizaron como Arlequín Studio, un espacio para transmitir esa misma esperanza. «El objetivo principal es la formación profesional de bailarines en la técnica clásica y contemporánea desde una mirada integradora”, profundiza.
Asimismo, aquí se ofrece danza clásica para adultos, para aquellos que alguna vez hicieron danza y dejaron o bien, para quienes nunca pudieron hacer y quedó como una materia pendiente en sus vidas, según nos cuenta Vale. Yoga para adultos y bailarines, clases de baile, Heels, clases de elongación, puntas, repertorio y Pas de deux, entre otras, son parte de las alternativas disponibles.
Un nuevo matiz en Salta
Como una nueva versión emergente en este campo, se trata de un estudio que aspira a la formación profesional, tanto como carrera como para preparación de concursos nacionales e internacionales. Para ello cuentan con un staff de excelentes maestros preparadores y un equipo de salud que acompaña día a día, y están a disposición de cada alumno y bailarín.
Con entereza y total certeza, y en consonancia con la perspectiva anterior, Axel acota que la clave aquí es el cuidado por los alumnos.
«Educamos y formamos desde el amor. Sabemos que existe mucho maltrato, exigencia y presión en esta profesión, por eso buscamos formar y acompañar a los alumnos, desde la técnica y emocionalmente», asegura.
El movimiento como actitud ante el estatismo
Con
algunas alumnas ganadoras de concursos que están en la actualidad en
importantes compañías mundiales, Valeria y Axel son quienes apuestan al
potencial de una nueva generación, reescriben los límites y propician las
oportunidades en estos tiempos.
Si bien él admite que las posibilidades hacen crecido mucho, no evade algunas
debilidades.
«Cuando yo me fui a los 17 años, no había nada, salvo algunos estudios particulares y algunos intentos de formar algún Ballet o Compañía con algún tipo de profesionalismo. Hoy Salta, casi 20 años después, tiene una compañía profesional de Ballet Clásico y una de Ballet Folclórico, así como una Escuela Oficial que forma bailarines. Entonces se puede ver una integración y se puede proyectar hacia el futuro», sostiene esperanzado.
«Creo que todavía falta muchísimo comparando con provincias de Argentina, ni hablar de otros países. Todavía falta darle mayor apoyo oficial a la danza y también generan incentivos, programación convocatorias y concursos. Todo lo que hace a poder subsidiar, ayudar y fomentar la danza independiente que es tan importante en el mundo y que en Salta todavía es nula en lo que respecta a oportunidades», afirma.
Abrir las ventanas del mundo y garantizar el primer empujón. Ser los pioneros de una nueva forma de expresar la danza. «Queremos que Arlequín sea el espacio por excelencia en Salta donde todo aquel que ame bailar pueda ser parte», reflexionan.
Un partenaire para toda la vida
Emprendedores y apasionados, responsables y profesionales, compañeros de largas charlas, ambos descubrieron la virtud subyacente al amor: el trabajo en equipo. En otras palabras, pusieron por delante sus sueños. Arlequín, los alumnos, los maestros y ellos mismos como pareja y padres. «Disfrutamos cada una de las cosas que nos proponemos y que nos van apareciendo como propuestas superadoras», subrayan.
Pienso que Arlequín es una de las tantas maneras de llamar a los sueños. UMA, y con mayúsculas, fruto de ese amor, es otra.
«Ella nos motiva, nos inspira con todo su ser, que es maravilloso, y nos da fuerzas para seguir sobre todo en esos momentos de agotamiento que también están presentes», revelan al unísono.
Pina Bausch, una de mis intérpretes favoritas, considerada la mejor coreógrafa del siglo XX, pensaba: «no interesa saber cómo se mueve la gente, sino qué los mueve». Tras la charla con Valeria y Axel, deduzco que siempre fue el amor la respuesta.
SOBRE LOS ARTISTAS
Axel Slodki es maestro de técnica clásica, partenaire y repertorio en el Teatro del Libertador en Córdoba y en la Escuela Oficial de Ballet en nuestra provincia.
Inició sus estudios de danza en Salta con la Mtra. Liliana Biagini, luego fue discípulo del Mtro. ruso egresado del Teatro Bolshoi de Rusia, Alexander Ananiev. Estudio además en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, en el Seminario de danzas del Teatro del Libertador San Martin (Córdoba), en el centro Pro-Danza en Cuba.
Bailarín del ballet estable de la prov. de Tucumán, del ballet oficial de la prov. de Córdoba, del ballet de la prov. de Salta, del ballet clásico de La Habana – Cuba y refuerzo del ballet estable del Teatro Colón. Maestro Preparador de alumnas ganadoras de concursos internacionales de ballet.
Valeria Vittor, se inició desde pequeña en la danza con la maestra Liliana Biagini y ya como profesional de la Nutrición se dedicó a la alimentación del bailarín, no sólo en consultorio sino también brindando talleres para alumnos y padres en el Teatro del Libertador San Martín, en la provincia de Córdoba.
Luego, se desarrolló como docente en la Escuela de Ballet de la provincia de Salta y en la actualidad coordinando el área de salud de su propio estudio, donde brinda asesoramiento individual, a través de charlas dictadas por ella misma y otros profesionales, sobre temas de interés para el bailarín y público en general.
