SALTA (Redacción) – La cultura cultural se enriquece con múltiples matices que son parte del entramado, por ejemplo la cultura japonesa, que cuenta con sus propios valores, tradiciones, pensamientos y prácticas. En miras a generar mayor integración y difusión de la misma, se realizará el primer festival de verano Natsu Matsuri, el cual tendrá lugar el domingo 16 en Ituzaingó 640, de 13 a 21 horas.
La Asociación abrirá sus puertas inaugurando el ciclo 2020. Precisamente, “Natsu Matsuri” significa “festival de verano”. La cultura japonesa hace hincapié en los cambios estacionales y valora a los mismos a través de festejos que incluyen una variedad gastronómica y artística característica de Japón. En esta oportunidad, el público podrá ingresar con una entrada gratuita.
Se trata de un evento imperdible para toda la familia, donde podrán disfrutar un día lleno de diversión y profundizar en lo más variado de la cultura japonesa. De hecho, la programación incluye: Show de Danzas y danzas participativas; Taiko (percusión japonesa); juegos tradicionales japoneses; stand de comidas típicas (saladas y dulces), entre otras propuestas características de los mismos.
“La misión de la Asociación consiste en la difusión de la cultura japonesa, no sólo en lo que respecta al idioma sino todo lo que ella conlleva, ya sea el folclore, la gastronomía, las costumbres, su filosofía, la manera de pensar hasta valores tales como la organización, el compañerismo y el compromiso”, nos explicaba Moisés Onaga, presidente de la Asociación y director de la escuela de idioma Salta Nihongo Gauken.
El lenguaje es la puerta de entrada
Cabe recordar que la idiosincrasia propia de esta comunidad, se enseña y se asimila a medida se practica el idioma o se desarrollan las clases de artes marciales en la Asociación. Cada alumno/a que asiste a la institución perfecciona sus capacidades y se anima a probar una materia de interés como lo es el idioma japonés. A su vez, se convierten en potenciales embajadores de esta cultura en nuestro país.
“Como es una escuela abalada por el gobierno japonés, tratamos sacar todos los años la mayor cantidad de alumnos que puedan rendir los exámenes de nivel nacional o internacional y la certificación que dan ellos mismos”, recordó Moisés. Pero la meta no se agota en esta instancia y trasciende las paredes de la escuela, dejando en el alumnado una herencia aún mayor.
“Buscamos que la gente se acostumbre a las normativas y costumbres japonesas, ya sea a la hora de estudiar y trabajar como con el compromiso que se debe asumir al inscribirse”, concluyó, dando cuenta del claro compromiso y respeto que tienen con la cultura que representan y a la que llevan con honor, a través de un trabajo constante e integral.