SALTA (Redacción) – Conocernos y re-conocernos es importante para nuestra performance de vida; como mirarse en el espejo y poder encontrar que ese reflejo nos devuelve nuestra mejor versión. Por ello, resulta urgente y pertinente ocuparnos ni más ni menos que de nosotros mismos, ya que el cambio comienza por casa. En este marco, Martín Miguel Cortez, Asesor en Desarrollo Personal, dedica parte de su tiempo al Taller de Desarrollo Personal.
Como coordinador de este espacio y un amante de esta área del conocimiento, busca abordar cuatro temáticas: Zona de confort y objetivos; Inteligencia emocional; Comunicación efectiva; Tolerancia a la frustración. “El Desarrollo Personal, es la fuerza y energía que necesitamos para estar bien con los demás, pero sobre todo con nosotros mismos”, subraya Martín.
A medida crecemos, las responsabilidades aumentan, el tiempo nos queda corto y parece ser que todo sucede “allí afuera”. En esa maratón de todos los días, nos olvidamos que la vida nos atraviesa de pies a cabeza. Entonces, ¿qué hay con ello? Lo cierto, es que el cuerpo pasa factura. “En la actualidad, nos encontramos frente a una sociedad cada vez más agobiada por las presiones diarias (trabajo, familia, deudas, injusticias, falta de información de calidad), lo que gradualmente va haciendo mella en las emociones, ánimos y voluntad de las personas”, analiza.
He aquí el quid de la cuestión. Precisamente, este taller se aboca a
brindarnos las herramientas y conocimientos necesarios para de esa manera generarnos la dosis de autoconocimiento justa. Con la implementación de la teoría y la práctica, se prevé lograr que los asistentes obtengan la capacidad de dar solución a los problemas/desafíos que se les presenten, de la forma más beneficiosa para ellos y su entorno.
“Teniendo presente que no todas las personas incorporamos la información de la misma manera, se utilizan imágenes, videos, audios, y actividades, en las que se les pide a las personas que participen. Esto es para poder llegar a todas las personas ya sean visuales, auditivas, o kinestésicas”, adelanta Martín, quien es Administrador de Recursos Humanos, una carrera que le ha dado las más grandes satisfacciones como lo es el Desarrollo Personal.
Sacarnos la venda y alivianar la carga
Martín hizo del desarrollo personal su profesión, pero además una pasión digna de ser compartida por todos. “Ahora entiendo que mi potencial solo dejara de aumentar (siempre y cuando yo lo alimente), el día en que deje de respirar”, subraya. Esta disciplina le ha permitido enfocar su energía y consolidar su fuente de conocimiento, la cual reside ni más ni menos que en los otros: se aprende mucho más escuchando y hablando con las personas.
Si volvemos en el tiempo, nos encontramos con que este taller empezó a gestarse a principios del 2017. Martín residía en la provincia de Córdoba mientras trabajaba como asesor de empresas en el área de los recursos humanos. A partir de allí, decidió emprender diversos talleres y espacios de asesoramiento de manera individual y personalizada, abocados a maximizar nuestro rendimiento intelectual y emocional puertas adentro y también a nivel laboral.
“Mi función era hacer que esa sociedad a pequeña escala funcionase con la mayor armonía posible, para el beneficio de todos sus integrantes. Así que un día tome la decisión de trabajar para que esas herramientas estén al alcance de todas las personas que como yo, quieran vivir en un lugar más colaborativo, con menos violencia y que quisieran mejorar su calidad de vida”, recuerda.
El coaching, el yoga, la meditación, el reiki y tantas otras terapias alternativas, son propuestas que buscan informarnos y estimular nuestra mejor versión, de una manera u otra. “Lo que falta es la difusión al estilo bebida energética”, advierte Martín. Esta ausencia ha dado por resultado una sociedad en la cual la indefensión ha sido enseñada, aprendida y transmitida, durante miles de años.
Es por esta razón que la mayoría personas, hoy no tienen la capacidad de utilizar todo su potencial. “Imaginemos que nos liberamos de la culpa, la vergüenza y la lástima, y que actuásemos siempre con la intención de contribuir al enriquecimiento de nuestra vida y al de las personas que nos rodean. Esto es totalmente posible, el camino es cambiar nuestro legado cultural, que heredamos, perpetuamos, y que solo nos perjudica como sociedad”, explica.
La salida es hacia adentro
Aunque parece algo idílico, utópico y difícil de materializar, los resultados están a la vista. Personas que logran salir de relaciones toxicas, otras que han comenzado proyectos laborales independientes, mejoras en la comunicaciones familiares y laborales, personas que se encuentras a sí mismas y que deciden tomar el mando de sus vidas, son algunos de los ejemplos y referencias vivenciales que nos garantiza la experiencia de tomarnos un espacio para nosotros mismos.
Porque el potencial es infinito, Martín nos invita a tomar estas herramientas del futuro desde el único presente factible de ser vivido. “El pasado ya no existe, aunque si es un gran recurso emocional. Estas herramientas siempre las tuvimos, desde el momento en que nacemos; la perseverancia, fuerza de voluntad, tolerancia a la frustración o la inteligencia emocional que necesitamos para comenzar a caminar, es una clara muestra de ello”, asegura.
Pasándolo a un plano más simple, nos explica que a medida que vamos creciendo cronológicamente, guardamos estas herramientas en cajones de nuestra mente hasta que luego olvidamos los cajones y su contenido. “Lo que busco con esta actividad, es realizar un trabajo de recuperación, restauración y apropiación de las herramientas, guardadas y olvidadas, o casi olvidadas”, adelanta.
En un intento de desmitificar y en miras a blanquear los contenidos que son parte de esta rama del conocimiento intra e inter personal, es bueno ahondar en los ejes temáticos que estructuran esta propuesta. Dejando atrás los prejuicios y rumores que circulan, es válido acercarse para conocer de qué va, haciendo de la experiencia y el intercambio la manera más justa y genuina de adentrarnos.
“Si queremos tener un futuro de calidad, nuestros mejores activos serán: saber dónde me encuentro hoy y la definición de objetivos; inteligencia emocional para reunirme y formar lazos firmes con las personas idóneas; mi capacidad para comunicarme claramente con las personas y transmitirles lo que sí quiero; poder entender que cualquier actividad que realice va a producirme frustración, siendo la frustración inherente al ser humano, al igual que una emoción; sin las emociones seriamos sillas y no persona”, manifiesta.
Todas y cada una de estas alternativas pueden ser calificadas como “experiencias vivenciales”, que solo se disfrutan en plenitud mediante su implementación diaria. Mejor probarlo, y luego, que cada quien saque sus conclusiones.
