CULTURA

Cuando las paredes tienen voz propia: un vívido homenaje a Los Chalchaleros

Un artista salteño se valió de su expresión artística a través de los murales para recordar al importantísimo conjunto folclórico.

SALTA (Redacción) – Nada más gratificante que en el medio de un paseo, encontrar un gesto artístico y cultural que nos saluda a la vuelta de la esquina. Salta es cuna de artistas de todos los matices y es precisamente, su riqueza cultural la que vuelve a la provincia un valor agregado cuando alguien sale a su encuentro. En esta oportunidad, se trata de un mural que se hace eco del folclore popular a través de un homenaje a Los Chalchaleros.

Se trata de un hermoso homenaje a Los Chalchaleros que realizó el artista salteño Mauro Cesar Ramos. El mismo se valió edl financiamiento del Fondo Ciudadano de Desarrollo Cultural. De repente una pared tal como un lienzo en blanco se convirtió en un relato vivo, aggiornado con colores e imágenes que nos recuerdan al inolvidable grupo folclórico. Un conjunto que marcó a toda una generación y que supo convertirse en un emblema del cancionero popular.

Cabe recordar que Los Chalchaleros fue un conjunto folclórico argentino creado en Salta en 1948 y disuelto en 2003. Son considerados el más grande grupo folclórico de Argentina. Su nombre deriva de un pájaro cantor del norte argentino, el zorzal chalchalero. Zorzales que a pesar de los años, siguen resonando en la memoria, tarareos y re interpretaciones de sus canciones tan apasionadas y características.

Reconocimientos que inspiran

A este gran homenaje que encuentra en la fusión de las artes una salida para llegar a la comunidad, se suma un reconocimiento provincial al fundador del grupo Los Chalchaleros. Juan Carlos Saravia, una figura emblemática del folklore nacional y quien supo ser uno de los grandes embajadores de la cultura salteña por el mundo. Precisamente, el Teatro Provincial de Salta hoy lleva su nombre también a modo de homenaje del pueblo de Salta.

De esta manera, en Salta nos hacemos eco de la cultura como «una fuerza motriz del desarrollo, no sólo en lo que respecta al crecimiento económico, sino como medio de tener una vida intelectual, afectiva, moral y espiritual más enriquecedora”, acorde a lo que plantea la UNESCO. Los fondos destinados ven la luz y empiezan a dar frutos en el marco de una pandemia que hoy nos permite sonreír entre tanta desesperanza.

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