En los últimos días, los debates del programa «Los ángeles de la mañana» giraron en torno a las esposas o novias de los jugadores de fútbol, mejor conocidas como «Botineras». Yanina Latorre fue la abanderada de abrir el baúl de los recuerdos al rememorar aspectos que vivió en sus 25 años de matrimonio con Diego y hoy nuevamente fue protagonista por los recuerdos expresados. En el capítulo de hoy: la relación que tuvo con sus suegros.
Al gran estilo medio embroncada con tonos de humor, así inició su narración la panelista. «Mis suegros no vivían de Diego porque ellos estaban bien económicamente, pero a ellos les jodía que yo viva bien. Les jodía que gaste, que viva, que disfrute… La división de la familia es porque aparecí yo, pero si hubiera aparecido otra mujer era igual. Es la mujer que se lleva a la gallina de los huevos de oro. Hubo una época en la que yo padecí humillaciones. Nunca hubo una buena época. Yo la pasé muy mal», indicó.
Luego, Yanina Latorre confesó las fuertes expresiones que recibió de los padres de Diego. «Yo cuando me fui a vivir a España la pasé muy mal. Volví con 15 kilos menos en las primeras vacaciones. Cuando mi mamá me vio, le blanqueé todo. Yo tuve un año de un padecimiento hasta que un día me harté y me apersoné en la casa de mis suegros. Ustedes no saben todo lo que les dije. ¿Viste cuando me broto, grito y enloquezco? Bueno, entré y me decían ‘lo de la guita, que yo era put…, que compré el título, que era más grande que él, que me iba a hacer un hijo y que se iba a escapar'», lanzó.
El momento de más furia de Yanina Latorre contra los padres de Diego
Pero esto no quedó allí ya que la mediática se encargó de detallar la gota que rebalsó el vaso del vínculo con sus suegros. «Bueno, un día me inventaron que me habían chocado el auto porque yo salía de noche borracha. Ellos me habían mandado a romper el auto. Destrozaron el auto. Eso fue lo que reventó la relación del todo. Gracias a Dios, Diego estaba enamorado, sabía qué tipo de mujer era yo», lanzó.
De esta manera reaccionó Yanina Latorre al enterarse de lo que le hicieron: «Yo enloquecí. Caminé diez cuadras, enloquecida con el perro, entré a la casa de mis suegros y les dije ‘yo no soy put…, soy muy put…, me dedico a ser muy put…, estoy con él para sacarle la guita y cada noche le hago (tienen sexo) por guita. Pero mucho peor es tener 60 años y pelear con una put… de 20 por la guita del hijo. Laburen, sean dignos. Desde ahí nunca mas los vi», sentenció. ¡Qué calentura Yani!