ESPECTÁCULOS

Natalia Oreiro y un curioso comportamiento de su hijo durante la cuarentena

La artista uruguaya comparte a Merlín Atahualpa junto a Ricardo Mollo.

La pandemia de coronavirus llegó para cambiar para siempre el mundo. La misma provocó una cuarentena que en Argentina arrancó el pasado 20 de marzo y se extenderá como mínimo hasta el próximo 7 de junio. En ese contexto, Natalia Oreiro tuvo que cancelar compromisos laborales y se mantiene en casa junto a su marido, el líder de Divididos Ricardo Mollo y su hijo, Merlín Atahualpa.

La querida actriz uruguaya le brindó una entrevista a Julian Weich y a Carolina Papaleo en su ciclo televisivo «Vivo para vos», en Canal Nueve. En la misma, ella se dedicó a describir sus sentimiento en medio de una pandemia que ha provocado extremos cambios en el día a día de los argentinos en las últimas semanas. Además, contó cómo sobrelleva la misma con un nene pequeño como Merlín Atahualpa, de 8 años.

«(La cuarentena) estoy viviéndola con mucha paciencia. Portándome bien, conteniendo a mi familia, a mi hijo, que tiene 8 años. También con alegría, dentro de lo que se puede», aseguró Natalia Oreiro. «Manteniendo bien arriba la energía. No dejando entrara el miedo. Informándome, pero no sobreinformándome, porque la pandemia es algo peligroso, pero la sobreinformación y el miedo no creo que sean algo bueno».

Te agarra angustia, incertidumbre, hay mucha información dando vueltas… En mi caso me da miedo por mis padres, que son mayores de 70 y viven en Uruguay», reveló, a pesar de que el país vecino parece tener controlado el virus. «Ellos se están cuidando. Pero también (me preocupa) lo que uno le transmite a los niños y niñas. Yo tengo un hijo de 8 años, él está informado de lo que está pasando y no está yendo a la escuela…».

Atento a su entrevista, Weich le preguntó cuál fue la pregunta más rara que le hizo Atahualpa en este contexto. Entonces, Oreiro describió una interesante anécdota que vivió con él durante este tiempo. «Un día lo encuentro mirando por la cerradura del portón que da la calle, con un largavista. Quería poner el largavista en la cerradura. Y le digo ‘¿qué hacés?’. Y él me dice ‘me intriga saber lo que pasa en la calle'», contó tiernamente.

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