Linda Cristal falleció a los 89 años de edad el pasado sábado 27 de junio. Seguramente, este nombre no sea muy conocido por las últimas generaciones. Ella se retiró de las cámaras en los ochenta después de una carrera inmaculada en Hollywood donde participó de recordadas películas como «El Álamo» o «Two Rode Together». La mujer nacida en Rosario murió en los Estados Unidos, tal como lo confirmó la Asociación Argentina de Actores.
Nació bajo el nombre de María Victoria y se crió en una familia repleta de amor. Sin embargo, su vida cambió para siempre cuando a la tierna edad de 13 años, sus padres mueren en un accidente de tránsito en Uruguay. Ella fue la única sobreviviente y su hermano mayor asumió sus cuidados. Él sería clave para lo que luego sería su triunfo en el mundo de la actuación, ya que la animó a convertirse en la estrella que fue.
Con sólo 17 años, se casó con el actor Tito Gómez. No por amor, sino para irse juntos a probar suerte a México. En ese entonces, el país azteca contaba con una industria cinematográfica con un enorme peso y una puerta directa hacía Hollywood. Ya instalada en tierras aztecas protagonizó «Con el diablo en el cuerpo» en 1954. Su trabajo en aquel film la llevó a Hollywood de la mano de un productor y sin marido, ya que se había separado de Gómez.
Ahí fue bautizada como Linda Cristal, porque era hermosa y su piel era delicada y transparente como el cristal. Ella llegó a los Estados Unidos sin saber hablar inglés y en cuestión de meses dominó el idioma sin problemas. En los cincuenta e inicios de los sesenta, el género Western estaba en su esplendor. Por lo cual, haber estado en películas como «Comanche» (1956) y «El álamo» (1960), esta última dirigida y protagonizada por John Wayne, la convirtieron en toda una estrella.
En el medio de esas dos producciones fue ganadora de un Globo de Oro a la mejor actriz nueva por «Vacaciones sin novia». Tiempo después protagonizó dos películas en Europa que generaron un mito en Hollywood. Según se dice, «Las legiones del Nilo» y «La mujer del faraón» podrían haber sido grandes éxitos de taquilla si es que los estudios no las boicoteaban para que no opaque a «Cleopatra», de Liz Taylor. Sus últimos años los pasó alejadas de las cámaras por haber invertido bien lo ganado en propiedades. Ella solía visitar la Argentina de vez en cuando.