Conocido artísticamente como el Mago sin dientes, Pablo Cabaleiro es uno de los mediáticos más reconocidos de los últimos años. Sin embargo, su vida dio un giro drástico el pasado 21 de julio. Ese día, su pareja, Ana María Patricelli, fue hallada sin vida en su departamento en el barrio de Palermo. Por esta razón, el ilusionista bajó su perfil en los medios de comunicación.
Este último lunes, Patricelli hubiera cumplido 50 años y él le dedicó una emotiva carta a su memoria. Él compartió una imagen junto a ella en un evento anterior a la pandemia de coronavirus, ya que se los puede ver con atuendos muy veraniegos. “En este día tan especial de tu cumpleaños, se te extraña muchísimo. Te recuerdo con todos los momentos vividos, soñados y compartidos juntos», escribió Cabaleiro.
«Siempre los recordaré con todo mi corazón. Besos al cielo. Besos, besos, besos”, añadió el Mago sin dientes. De inmediato, el posteo se llenó de mensajes alentadores para Pablo, quien evidentemente no está pasando un buen momento en su vida personal. Por su parte, Patricelli trabajaba como despachante de aduana y tenía dos hijas. Ellos se conocieron a través de amigos en común en el 2015.
“Ella es de perfil bajo, solo respeta al medio porque sabe que es mi profesión y lo que a mí me gusta y hago de toda la vida. Creo que nos unió lo diferentes que somos en cuanto a lo laboral. Me dice que siente admiración por lo que hago y cómo lo hago, siempre me lo dice… Eso fue lo que me enamoró. Cuando vi que podía ser algo serio lo nuestro, empezó el noviazgo”, había contado Cabaleiro al presentarla públicamente.
En la noche del lunes 20 de julio, Sofía, la hija de 18 años de Patricelli, salió de su casa. Lo último que vio antes de cerrar la puerta de entrada fue a su madre hablando por teléfono con el mago. Cuando regresó, la divisó sentada en el living, con la televisión encendida. Al notar que había consumido una importante cantidad de alcohol, la ayudó a recostarse. Apagó el televisor y se fue a dormir. Esa fue la última vez que vio con vida a su mamá.