SALTA (Redacción) – La Corte Suprema de Brasil votó este jueves la inconstitucionalidad de la prisión de los condenados únicamente en segunda instancia. Por esta decisión revisarán la situación de miles de presos en todo el país vecino, incluso la del propio expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. En consecuencia, su defensa pedirá que sea liberado de manera «inmediata».
Liberación inminente
El resultado de los jueces del Tribunal Supremo se logró por 6 votos frente a 5 tras una serie de contundentes planteos respecto a la jurisprudencia establecida en el año 2016. Allí se establecía que un condenado en segunda instancia podía ser ingresado a prisión, a pesar de que restaran recursos de apelaciones a presentar ante instancias superiores. Y en esta situación se encuentran miles de detenidos.
Sin embargo, a partir de la resolución de este jueves, el máximo tribunal considera que la prisión sólo tendrá cumplimiento efectivo al finalizar el proceso de apelaciones. En tanto, el caso del exmandatario Lula resta un recurso que ya fue presentado por su defensa aunque no resuelto por la Corte Suprema. El líder del PT se encuentra detenido desde abril de 2018 con una condena a ocho años de prisión por la causa Lava Jato.
¿Puede ser candidato a presidente?
Esta disposición mencionada del máximo organismo judicial de Brasil habilitará la revisión la situación de 4.895 personas en prisión. De igual manera no todas alcanzarían la libertad dados los delitos de extremo peligro por los que algunos son acusados. Sin embargo, sí se analizarían los casos de Lula y otros 38 detenidos en el marco de la investigación que reveló un entramado de corrupción respecto a los negocios de la petrolera estatal Petrobras.
Por último, cabe remarcar que una liberación del expresidente brasileño, reclamada de manera sostenida por el Presidente electo de la Argentina, Alberto Fernández, no le permitiría regresar a la competencia electoral como candidato. Según consigna El Intransigente podría hacerlo hasta ocho años después de cumplida la sentencia, cuestión por la que se le rechazó su participación en las elecciones de 2018 y que ganó Jair Bolsonaro.
