El avance de la pandemia de coronavirus en Brasil provocó una dura crisis política debido a las pocas medidas preventivas que tomó el Gobierno Nacional y que ponen en peligro a la población. Ahora, luego de varios papelones, el presidente Jair Bolsonaro cuestionó en una entrevista televisiva al ministro de Salud de su administración, Luiz Henrique Mandetta. Ambos discrepan respecto a la política que el país sudamericano debe seguir para vencer al COVID-19. El funcionario aseguró que no renunciará.
“No voy a despedirlo en medio de la guerra”
Según expresó el mandatario Bolsonaro, al funcionario: “Le falta humildad para conducir a Brasil en este momento tan complejo”. “Él desea hacer muchas cosas por voluntad propia. Le deseo suerte con ello”, enfatizó el titular del Poder Ejecutivo. Se enfrenta con el ministro Mandetta porque éste defiende las medidas de distanciamiento social. Que son las recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para derrotar al coronavirus.
Estas importantes diferencias fueron reconocidas por el propio Bolsonaro durante una entrevista televisiva, como bien subrayó El Intransigente América. “Estamos divergiendo hace tiempo con Mandetta”, reveló. Sin embargo, aseguró: “No pretendo despedirlo en medio de la guerra”. En la misma ocasión, el mandatario brasileño calificó como “una exageración” la cuarentena fijada por los Estados más importantes del país. Ese es el caso de Río de Janeiro y San Pablo.
La inexplicable postura de Bolsonaro
Por otra parte, luego de los dichos del presidente, el ministro Mandetta aseguró ante la prensa que no renunciará a su cargo. “Un médico no abandona a sus pacientes”, describió. Además, el dirigente recibió un fuerte respaldo del Congreso de Brasil, conducido por un exaliado de Bolsonaro, Rodrigo Maia. Cabe apuntar que el cuerpo legislativo destacó que el ministro “fue elegido en su cargo por sus capacidades técnicas”.
A pesar de que no insistió con el tema tras el freno impuesto de la Justicia, Bolsonaro quiere terminar el distanciamiento social que se recomienda para combatir la pandemia que azota al mundo entero. Incluso Estados Unidos y Reino Unido la adoptaron ante la gravedad de la situación sanitaria. El argumento del brasileño es el profundo daño a la economía que causará la cuarentena. Sin embargo, el COVID-19 ya lleva 8.165 infectados y 332 fallecidos por el momento.
