SALTA (Redacción) – Un nuevo episodio de irresponsabilidad provocó la indignación de gran parte de los habitantes de Brasil. En esta ocasión, Jair Bolsonaro violó la cuarentena y nuevamente puso en riesgo a otras personas. Particularmente, el mandatario salió de sus residencia a bordo de una motociclista y se quedó conversando con un grupo de trabajadores. El problema es que padece coronavirus y no llevaba tapabocas colocado.
Precisamente, esta situación quedó retratada a partir de una serie de fotografías que tomó un corresponsal de la agencia Reuters. A partir de estas imágenes, los medios brasileños rápidamente difundieron la noticia, que lógicamente se expandió por todo el mundo en cuestión de minutos. Asimismo, esta novedad se reveló solo algunas pocas horas después de que el propio Presidente confirmara que todavía está infectado de COVID-19.
Bolsonaro
En las imágenes, Bolsonaro se encontraba transitando las calles en una motocicleta. Justamente, estaba situado cerca del Lago Paranoá. Si bien llevaba puesto un caso, durante este trayecto se evidenció que no poseía barbijo ni algún otro elemento para cubrir su nariz y boca. No obstante, los aspectos más graves de este episodio están relacionados con el resto de la secuencia. En ese momento, el dirigente detuvo su viaje y se quedó hablando con un grupo de trabajadores públicos.
De esta manera, se observa que ninguno de los cuatro interlocutores cuenta con tapaboca. Además, existe poca distancia entre el mandatario y el resto del grupo, por lo que el funcionario podría haberlos puesto en peligro. Hasta el momento, el Gobierno de Brasil había confirmado que Bolsonaro se hallaba transitando el aislamiento obligatorio en la residencia oficial. Sin embargo, después de la difusión de estas imágenes optaron por no brindar nuevos comentarios.
El pasado martes 7 de junio al mediodía, el Presidente brasileño había confirmado que padece COVID-19. En esa ocasión, había realizado una conferencia de prensa, donde ninguno de los periodistas que concurrió conocía previamente el diagnóstico del mandatario. A causa de ello, no se respetó el distanciamiento social ni las condiciones de seguridad sanitaria. Posteriormente, Bolsonaro se sometió a otros dos exámenes, que confirmaron que aún posee coronavirus.