SALTA (Redacción) – El escándalo del «Vacunatorio Vip» que sacudió Argentina y provocó la renuncia del ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, no es un hecho aparte. Al contrario, es un denominador común en países de Latinoamérica y Europa. Desde personas con privilegio en la lista, vacunatorios vip, inyecciones de aire hasta jóvenes que se disfrazan de ancianos para poder aplicarse una dosis. Estos son algunos de los hechos de esta pantomima en la que se convirtió la vacunación contra el coronavirus en el mundo.
Algo similar a lo que sucedió en nuestro país ocurrió en Chile. Vale decir que se trata de una nación que es ejemplo por el rápido avance en la inoculación de más de 3 millones de personas. A pesar de ser centro de elogios, el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del país vecino confirmó que 37.306 personas menores de 60 años y sin enfermedades crónicas preexistentes, es decir que no son grupo de riesgo, fueron inmunizadas.
«Vacunagate» en Perú
Tal y como recordó El Intransigente, hay otros casos que vale la pena poner sobre la mesa. Mientras que en Perú, el escándalo del «Vacunagate» fue el primero que conmocionó a la región. De acuerdo a los medios peruanos, autoridades y políticos tanto de Nación como regionales se aplicaron la vacuna china de Sinopharm. Sin embargo, ésta aún estaba en fase de ensayos clínicos. Este grupo incluye a 467 personas, entre ellos el del expresidente Martín Vizcarra y su familia, quienes confirmaron públicamente que fueron «voluntarios».
No obstante, la lista no se cierra en el arco político y sus allegados. De hecho, incluye a empresarios y miembros de la Iglesia Católica. Según la información oficial, el laboratorio chino que produce la vacuna Sinopharm destinó un lote de 3.200 dosis. El objetivo era que se administren «voluntariamente al equipo de investigación y personal relacionado al estudio». De este número, 1.200 quedaron supuestamente en manos de la Embajada de China y las 2.000 restantes fueron al Ejecutivo peruano.
«Vacunas de aire» en Brasil
Ayer se conoció que en Rio de Janeiro, Brasil, al menos una enfermera fue descubierta aplicando vacunas vacías a pacientes en la localidad de Niteroi. El hecho comenzó a tomar relevancia luego de que familiares de dos ancianos que debían ser vacunados filmaran el momento donde se ve que la trabajadora sanitaria no aprieta el émbolo de la jeringa por lo que el líquido nunca ingresó al organismo.
Luego de que la prensa local se hiciera eco de lo sucedido, la Justicia intervino y logró dar con la mujer de 42 años que no supo dar explicaciones al respecto, si bien se sospecha que podría formar parte de una malversación de las dosis para destinar al comercio ilegal. Pero no fue el único cabo suelto en la región ya que otro caso cobró relevancia.
A mediados de enero, en Manaos, la capital del estado brasileño de Amazonas, suspendieron la vacunación por una jornada. Todo sucedió después de una serie de denuncias por fraude en la administración de dosis a personas de grupos no prioritarios. De acuerdo a la Fiscalía del Estado familiares de empresarios locales recién formados en medicina «se saltaron la fila» y colgaron fotos en las redes sociales en las que se los ve cuando son vacunados.
Disfraces y privilegios en Estados Unidos
Uno de los primeros escándalos que registró Estados Unidos tuvo presencia argentina. A comienzos de enero llegaron a Miami celebridades de distintos países de la región, en gran parte junto a sus padres, para acceder a la vacuna de Pfizer. Una de ellas fue Yanina Latorre, quien en aquel momento contó: «El dato me lo pasó una amiga mía que vive en Miami, y me dijo que la mamá de otra argentina que no es residente y vino de vacaciones se vacunó”.
A partir de allí, se desató una lluvia de críticas a la mujer del exfutbolista de Boca y el alcalde de Florida tildó como algo «asqueroso» lo sucedido. En la misma región se registró hace una semana un episodio tragicómico. Dos mujeres llegaron al Orange County Convention Center vestidas como abuelas para poder acceder a la vacuna. Si bien el engaño no funcionó, las autoridades contaron que ambas tenían tarjetas de vacunación válida de la primera dosis. Esto quiere decir que ya habían sido inmunizadas gracias al método esta vez fallido.
Renuncia y denuncias en España y Portugal
Medios internacionales confirmaron a comienzos de febrero que el coordinador del plan de vacunación contra la covid-19 de Portugal, Francisco Ramos, renunció después de detectar irregularidade. Las mismas figuraban en la selección de quiénes debían ser vacunados en el Hospital de la Cruz Roja de Lisboa. De hecho, se conoció que también se inocularon familiares de administradores de hospitales, funcionarios de la Seguridad Social e incluso trabajadores de una pastelería cercana a un centro de salud de Porto.
Mientras que en España, hay denuncias por la vacunación de políticos, militares, funcionarios, personal de cargos públicos o incluso extrabajadores de hospitales. Todos estos habrían sido inoculados durante la primera etapa donde la prioridad la tenía el personal de riesgo y adultos mayores. Algo similar sucedió con la empresa Casablanca que tiene un grupo de residencias de mayores en Madrid.
Según informó la propia compañía se aplicaron la vacuna de Pfizer y BioNTech a familiares de los trabajadores y sacerdotes que visitan sus centros. Ante esto, la Comunidad de Madrid abrió un expediente de sanción.
