Luego de muchos años de lucha social, cívica y legal, los diputados mexicanos aprobaron un proyecto que legaliza la marihuana con fines recreativos. Y este suceso histórico convierte a México en un gigantesco mercado de la planta. Esta iniciativa también buscará regular el empleo científico e industrial del cannabis medicinal. Los activistas advierten que se debe terminar con la criminalización del consumo.
Como bien apunta El Intransigente, este hecho es un hito para México, donde la violencia por el narcotráfico deja cada año miles de fallecidos. «Esta ley va a permitir el autocultivo, el cultivo comunitario, a través de cooperativas y finalmente la producción nacional», explicó la activista Genlizzie Garibay, conocida como ‘Polita Pepper’. Cabe apuntar que para esta nueva votación, los diputados modificaron gran parte del contenido.
Detalles de la normativa para el cannabis
En la propuesta se mantienen elementos como la portación lícita de hasta 28 gramos de marihuana por persona. Además permitirá el cultivo casero de máximo ocho plantas de marihuana. Por otra parte, dispone que los menores de 18 años no pueden acceder al cannabis y prohíbe consumirlo en áreas de trabajo o en oficinas. Entre los cambios se destaca la negativa a crear un instituto regulador del flamante mercado.
Por lo tanto, la responsabilidad recaería directamente en la Comisión Nacional contra las Adicciones (CONADIC), del Ministerio de Salud. Debemos señalar que México, de 126 millones de habitantes, podría convertirse así en el mercado de marihuana más grande del mundo. Esto es considerando que el pasado 12 de enero el gobierno reglamentó su uso medicinal para diferentes patologías.
«En teoría sí va a crear el mercado legal más grande del mundo por la capacidad de producción que tiene México. Porque la marihuana crece en condiciones naturales sin las inversiones energéticas que se hacen, por ejemplo, en Canadá», detalló Lisa Sánchez, directora de la ONG México Unido Contra la Delincuencia.
Sin embargo, los activistas mexicanos alertan que la norma mantiene la criminalización del consumo del cannabis. Lo cual seguiría en la lista de sustancias prohibidas por la Ley de Salud mexicana y no despenaliza su posesión en cantidades superiores a los 28 gramos autorizados. «La producción será legal, la venta también, pero la posesión todavía estará sujeta a la amenaza de uso policial, multas y posibles detenciones», advierte Sánchez.