SALTA (Redacción) – El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se encuentra más grave de lo que aparentaba en las últimas jornadas. Según detallaron desde el Gobierno, padece una «obstrucción intestinal» y por eso lo trasladaron a Sao Paulo para definir si debe someterse a una «cirugía de emergencia». De igual forma mandó un mensaje desde sus redes sociales. Cabe recordar que lo habían internado en Brasilia por un «hipo persistente» con dolores abdominales.
Como bien señala El Intransigente, los detalles lo diofundió el doctor Antonio Macedo, que ya operó a Jair Bolsonaro en varias ocasiones luego el apuñalamiento que sufrió en la campaña electoral de 2018. «Constató una obstrucción intestinal y resolvió llevarlo a Sao Paulo. Donde hará exámenes complementarios para definir la necesidad, o no, de una cirugía de emergencia», indicaron desde la Secretaria de Comunicación del palacio de Planalto.
Cabe señalar que el reporte oficial no precisó cuándo ni a qué hospital lo trasladaron luego de su internación en la mañana de este miércoles en el Hospital de las Fuerzas Armadas (HFA). Según indicaron quedó alojado para someterse a #exámenes e investigar la causa del hipo» que lo afectaba desde hace más de diez días. El líder brasileño venía quejándose públicamente de un hipo persistente tras someterse a un tratamiento de implante dental.
«Volveremos pronto»
«Volveremos pronto, si Dios quiere. ¡Brasil es nuestro!», publicó esta tarde Jair Bolsonaro a través de su cuenta de Twitter para despejar preocupaciones. En tanto, el martes había revelado su malestar ante un grupo de simpatizantes en su residencia oficial en Brasilia. «Gente, estoy sin voz. Si empiezo a hablar mucho, vuelve la crisis de hipo… ya volvió», resumió en aquella ocasión.
De esta manera, en el caso confirmarse la necesidad de una cirugía, se trataría de la séptima a la que se somete el mandatario desde que fue apuñalado en el intestino en 2018. Cuatro de estas intervenciones eran en el aparato digestivo. Por su parte, el autor del atentado era un exafiliado del Partido Socialismo y Libertad (PSOL, izquierda). A este agresor le diagnosticaron trastorno delirante y la Justicia lo declararon inimputable.
