SALTA (Redacción) – El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) de Perú proclamó este lunes 19 de julio al maestro rural Pedro Castillo como el próximo presidente. De esta manera hicieron oficial su victoria en el parejo balotaje en el que enfrentó a la candidata Keiko Fujimori. Esta noticia se da luego de seis semanas de enorme incertidumbre y tensión. Y a solo días de la ceremonia prevista para el traspaso de mando.
Como bien señala El Intra News, el titular del JNE, Jorge Luis Salas, brindó una conferencia virtual para anunciar la noticia. “Proclamo presidente de la república a don José Pedro Castillo Terrones”, resumió luego de que este órgano terminara de fallar en numerosas impugnaciones y apelaciones de Fujimori. Cabe señalar que desde la segunda vuelta, cuando el escrutinio provisorio daba ganar al docente de izquierda, la dirigente de derecha aseguraba que se había cometido fraude y exigía una revisión del conteo.
A pesar de estas polémicas, pero tras varias semanas de incertidumbre, el JNE validó el escrutinio actualizado del 100% de las actas del órgano electoral (ONPE). Este organismo le dio el triunfo a Pedro Castillo con el 50,12% de los votos frente al 49,87% de su rival. Fujimori anunció hace pocas horas reconoce los resultados electorales pero aseguró que seguirá en la lucha. Este nuevo mandatario deberá asumir a su cargo el próximo 28 de julio, mismo día en el cual Perú conmemora el bicentenario de su independencia.
Resultados y promesas del maestro rural
Como se indicó, Pedro Castillo logró 44.263 votos más que su adversaria en la segunda vuelta, según el escrutinio validado por el JNE, un órgano autónomo de cuatro miembros. Sobre su vida personal podemos mencionar que está casado con Lilia Padedes y juntos tienen tres hijos. Además, su pareja es evangélica, pero él católico. Un dato de color es que en el patio de su casa hay un cuadro de Jesús rodeado de ovejas con la leyenda en inglés “Jehova is my shepherd” (Jehová es mi pastor).
En tanto, las propuestas que realizó Castillo durante la campaña despertaron controversias y esperanzas. Ya que prometió salud, educación y agricultura para los sectores prioritarios con el fin de impulsar el desarrollo nacional. También prometió un millón de empleos en un año y negó hacer expropiaciones o confiscar los fondos de pensiones de los trabajadores, como aseguran sus críticos. Otra iniciativa sería convocar a una Asamblea Constituyente para redactar en seis meses una nueva carta magna.
