SALTA (Redacción) – Rusia llevó adelante uno de sus ataques más brutales en estas dos semanas de guerra. El ejército de Vladimir Putin bombardeó un hospital pediátrico en la estratégica ciudad de Mariupol, ubicada al sureste de Ucrania, y mató a cuatro personas entre las que se encontraba una niña.
Pese al reproche internacional, el gobierno ruso justificó este ataque contra el hospital pediátrico. Sergei Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, aseguró que el ataque al nosocomio fue tomado por fuerzas neonazis. “Este hospital pediátrico fue retomado hace tiempo por el batallón de Azov y otros radicales”, aseguró.
Todas las mujeres que iban a dar a luz, todas las enfermeras y todo el personal de apoyo habían sido expulsados”, aseguró el funcionario del Gobierno de Rusia. Sin embargo, las elocuentes imágenes del bombardeo y la evacuación de mujeres embarazadas dieron cuenta que esto no fue así.
“Sin duda preguntaremos a nuestros militares sobre esto, ya que no tenemos información clara sobre lo que ocurrió allí. Sin duda, los militares proporcionarán algún tipo de información”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov al referirse a los ataques al hospital pediátrico que dejó cuatro muertos y 17 heridos.
El informe del gobierno ucraniano
De acuerdo a las autoridades de la Ciudad de Mariupol, que se encuentra rodeada por las fuerzas rusas, fueron cuatro los fallecimientos. La alcaldía emitió un comunicado emitido por su perfil de Telegram donde cuestionaron el asedio a la ciudad. “Las tropas rusas destruyen deliberadamente y despiadadamente la población civil de Mariúpol”, señalaron desde el municipio asediado por Rusia.
