SALTA (Redacción) – La inseguridad no aplicó la cuarentena obligatoria tal y como establece la ley. Al contrario, la misma se potenció en diferentes zonas de la ciudad, dando cuenta de los múltiples delitos en los que incurren los individuos de manera corriente. En este marco, dos representantes de barrio Castañares y zona norte de la capital salteña, se presentaron ante el procurador general de la Provincia, Abel Cornejo.
Los mismos expusieron la problemática colectiva de la barriada en materia de seguridad. Los vecinos, Felipe Cuéllar y Ricardo Astudillo, expusieron la realidad de la zona. Para ello, se apoyaron en documentación referida a investigaciones iniciadas por la comisión de distintos delitos. Es el caso de delitos contra la propiedad y contra las personas; registros de venta de estupefacientes al menudeo y recurrentes hechos de violencia.
La impunidad a la orden del día
En ese marco, Cornejo consideró que todos los recursos que se encuentren al alcance del Ministerio Público Fiscal para garantizar la seguridad y acceso a la justicia de los vecinos, serán puestos a disposición. “Mi concepto es el de un fiscal que debe ser un funcionario presente en los lugares donde suceden los hechos”, subrayó el Procurador. Precisamente, el mismo decidió disponer el funcionamiento de una Delegación Fiscal para cubrir la zona.
Además, sostuvo que es imprescindible llevar el trabajo de la institución a las zonas de mayor conflictividad. En esta línea, hizo hincapié en hacer uso de las herramientas que favorezcan la disminución de comisión de delitos, y en forma considerable. De hecho, la Delegación Fiscal en el mismo barrio, permitiría agilizar las investigaciones; investigaciones que tienen como protagonistas reiterados a las mismas personas.
“Nos vamos muy conformes, porque nos encontramos con un Procurador muy comprometido con la seguridad y la investigación de delitos cometidos en la zona”, afirmó Cuellar. Ambos representan a numerosos vecinos que temen por su seguridad. Precisamente, explicaron que los mismos acusados de distintos delitos, “se burlan, nos amenazan y se mueven con impunidad en el barrio”.