SALTA (Redacción) – Avanza el juicio por salvaje intento de femicidio que tuvo lugar en la ciudad de Salta. Durante la primera jornada de testimonios, la joven incinerada en un cementerio afirmó que su expareja intentó asesinarla. Durante su paso por el estrado, relató que el sujeto la agredió verbalmente, la golpeó y, luego, quiso prenderla fuego. En tanto, el acusado por este terrible caso de violencia de género no quiso brindar declaración y quedó al borde de la sentencia.
La jueza Carolina Sanguedolce es la representante de la Sala III del Tribunal de Juicio. En primera instancia, el fiscal penal 2 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Ramiro Ramos Ossorio, requirió que Pablo Gabriel Yáñez, de 33 años, compareciera ante la magistrada. Sin embargo, optó no permanecer en silencio. En este marco, Yáñez está acusado como autor del delito de tentativa de homicidio calificado por la relación de pareja preexistente y por mediar violencia de género.
Intento de femicidio
Posteriormente, el fiscal penal solicitó la presencia de la víctima, Rocío Noelia Sarapura. Para ello, ordenó que Yáñez abandonara el recinto, aunque sus abogados pudieron quedarse en la sala. A pesar de los daños en sus cuerdas vocales, secuela que le provocó el intento de femicidio, la joven pudo relatar los hechos que ocurrieron el 25 de enero de 2019. De esa manera, confirmó que por entonces tenía una relación sentimental con el imputado, que se había iniciado seis meses antes de este ataque. Además, aseguró previamente había sufrido otros episodios de violencia de género.
Asimismo, Sarapura admitió que en ese momento estaba bajo tratamiento a causa de su adicción a las bebidas alcohólicas. En este contexto, señaló que esa jornada se reunió con su expareja en la puerta del Cementerio de la Santa Cruz. Allí, manifestó que el acusado la obligó a ingresar al predio y, luego, reveló que comenzaron a discutir porque ella quería terminar el vínculo. En ese momento, comentó que el agresor le propinó un golpe en la cara.
Antes de que pudiera reincorporarse, la joven refirió que Yáñez empezó a rociarla con una botella de alcohol. Acto seguido, afirmó que el imputado utilizó un encendedor para prenderla fuego. A raíz de ello, contó que empezó a gritar del dolor hasta que logró ingresar a un piletón para aliviar las lesiones que presentaba en su piel. Finalmente, expuso que actualmente recibe varias tratamientos médicos para afrontar los daños físicos y psicológicos que le provocó este ataque. Incluso, reveló que Yáñez se había comunicado por teléfono con ella para amenazarla, a fin de que no que no testificara en su contra.