SALTA (Redacción) – Durante las primeras semanas de la cuarentena obligatoria, la Justicia estuvo en el centro de la polémica. Por entonces, miles de reclusos fueron enviados a su hogares para que cumpliera prisión domiciliaria frente al avance de la pandemia. Sin embargo, esta situación derivó en nuevas problemáticas. Una de estas ocurrió recientemente en la Provincia, donde recapturaron a un prófuga que había roto su tobillera electrónica.
Precisamente, esta episodio se había desarrollado a mediados del mes pasado en la localidad de Rosario de la Frontera. El pasado viernes 17 de julio, Antonella Daiana Lizárraga, de 23 años, se encontraba cumpliendo su condena en la vivienda que habita en el barrio Ramón Abdala. Sin embargo, en el trascurso de la jornada la Justicia provincial comprobó una irregularidad en este régimen. Particularmente, la reclusión había roto la tobillera y había escapado del lugar.
Rápidamente, se requirió una orden de captura para dar con el paradero de Lizárraga por haber violado el arresto domiciliario. Sin embargo, no pudo evadirse durante mucho tiempo, ya que poco después fue arrestada en plena calle. Frente a este panorama, la mujer decidió cooperar con la Justicia y entregó su pulsara dañada. Igualmente, el fiscal penal interino de Rosario de la Frontera, Gonzalo Gómez Amado, la acusó como como autora del delito de desobediencia judicial.
Robo
Sin embargo, no se trata del único hecho delictivo que recientemente tuvo lugar en Rosario de la Frontera. Justamente, los efectivos provinciales arrestaron a un hombre de 25 años por el robo de un equipo de sonido. Al respecto, señalaron que este ilícito había ocurrido el pasado sábado a la madrugada. En ese momento, los operadores locales de las cámaras de videovigilancia divisaron a un individuo que estaba caminando cerca de la Sociedad Española.
Frente a esta situación sospechosa, enviaron a un patrullero hacia este lugar, que está situado en inmediaciones de las calles Güemes y 20 de Febrero. Una vez allí, los uniformados descubrieron que habían violentado uno de los accesos al edificio. Además, constataron que faltaba un parlante de las instalaciones. Igualmente, consiguieron detener al autor del ilícito a pocas cuadras del lugar cargando el equipo de sonido. Finalmente, el fiscal penal Gómez Amado imputó a Pablo José Vargas como autor del delito de robo.
