SALTA (Redacción) – Actualmente, Salta atraviesa por una situación epidemiológica complicada y los números no paran de subir. Sin embargo, este contexto parece no asustar a la sociedad salteña, ya que siguen sin cumplir con las normativas dispuestas por el Comité Operativo de Emergencia. Esto se vio reflejado en la cantidad de multas que se hicieron esta semanas a personas que no cumplían con las medidas sanitarias correspondientes.
En el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio, las autoridades gubernamentales decidieron reforzar los controles policiales en toda la provincia. De esta forma, controlan que la sociedad salteña cumpla con las disposiciones del COE y multan a aquellos que no sigan estas medidas sanitarias. Optaron por este sistema de control, porque desde el inicio de la cuarentena las personas parecen no obedecer las órdenes del Gobierno.
Asimismo, la Policía de Salta labró 288 actas de infracción a personas que circulaban sin barbijos, fuera de horario, entre otros incumplimientos. El sistema de emergencias 911 recibió una gran cantidad de denuncias por violación de aislamiento social, preventivo y obligatorio en distintos puntos de la provincia. Específicamente, los agentes atendieron 215 reportes sobre este tipo de situaciones.
Fiestas clandestinas
Una de las problemáticas que sigue repitiéndose a pesar de los controles, son las fiestas clandestinas. Aunque se refuercen los controles y todos los fines de semana se clausuren o multen a una gran cantidad de personas por esto, la actividad continúa en vigencia. Esto se pudo observar este fin de semana, donde se registraron tres reuniones, dos en Rosario de la Frontera y otra en Rosario de Lerma.
Refuerzos en puntos estratégicos
Los controles que se dan en el marco del operativo COVID-19, se reforzaron en aquellas localidades que se encuentran en ASPO. Por este motivo, estos procedimientos se intensificaron en Capital y en los departamentos San Martín, Cerrillos, Rosario de Lerma, General Güemes, La Caldera y Orán. A través de estos, se controlaron locales comerciales, gastronómicos y a los transeúntes en general.