SALTA (Redacción) – Los abusos policiales en Salta fueron una de las problemáticas que marcaron el último año en el marco de la pandemia. En este sentido, la fiscal penal de Derechos Humanos, Verónica Simesen de Bielke, requirió la elevación a juicio de una causa que tiene como imputados a dos policías. Ambos están acusados de golpear a un hombre en octubre por una supuesta restricción de acercamiento que la víctima desconocía.
De esta manera lo pidió la titular de la Fiscalía Penal de Derechos Humanos ante el Juzgado de Garantías 6. Según detallaron, la intervención del organismo se produjo luego de la denuncia radicada por la víctima. Este expresó que el sábado 17 de octubre de 2020, se presentó en la esquina de la peatonal Alberdi y calle Urquiza para visitar a su beba de 6 meses. Debido a que se había separado de la madre de la niña.
Luego, siguiendo el relato del hombre golpeado, la mujer le entregó a la beba y cruzó al frente. «Minutos después, estaba sentado en la puerta de un hotel junto a la niña, cuando de repente, la mujer volvió acompañada de policías», continúa la versión. Allí los efectivos le dijeron que debía devolver a la beba a su madre porque el denunciante tenía una medida cautelar de no acercarse a la bebé y la expareja.
«Callado por que te va a ir peor»
En este momento, la víctima aseguró que desconocía la medida y menos que su expareja lo hubiera denunciado. Allí relató que el oficial a cargo de la Comisaría Primera, le dio un golpe de puño que le produjo lesiones en la cara y la pérdida de un diente. «Cuando el damnificado le pidió que se detuviera, el mismo policía y sus compañeros, le pegaron y lo llevaron detenido. Durante el transcurso del viaje a la comisaría, también lo golpearon», detalló el Ministerio Público Fiscal.
Cabe mencionar que se encuentran imputados el cabo Héctor Gustavo Suárez y el oficial principal Elber Enzo Burgos. Los delitos son vejaciones agravadas por el uso de la violencia y lesiones leve. En tanto, la víctima también precisó que cuando lo llevaron al médico legal, le dijeron que se mantuviera callado porque sino “le iba a ir peor”. Asimismo destacó que por miedo a que lo mataran a golpes, fue obligado a mentir que se había lesionado en otro lado.
Cuando radicó la denuncia por el episodio, el damnificado pidió que se tomaran cartas en el asunto, ya que lo perjudicaron laboral y psicológicamente. De la misma forma solicitó revisación de un médico legal. De este requerimiento surgió que los hechos fueron corroborados tras la denuncia y la declaración testimonial del damnificado. Todas las pruebas reunidas dieron cuenta de la autoría de los delitos cometidos por los policías.
