SALTA (Redacción) – El transcurso del fin de semana significa un grave peligro para la situación epidemiológica de Salta debido a la cantidad de eventos ilegales que se realizan. Mediante procedimientos policiales, los efectivos labraron un gran número de infracciones por incumplimiento a los protocolos estipulados por el COE. Así también se registraron 14 fiestas clandestinas en distintos puntos de la provincia.
En el marco del Operativo COVID-19, trabajadores de las seis unidades regionales de la provincia coordinaron acciones para aumentar los controles. Según informaron fuentes policiales, hubo 3.402 procedimientos integrales, patrullajes, controles comerciales, gastronómicos y vehiculares. Además, se labraron 13 infracciones comerciales por no respetar los protocolos de bioseguridad vigentes, 4 terminaron clausurados.
También se registraron grandes infracciones llevadas a cabo por civiles, en la vía pública. La mayoría de las multas fueron por no respetar las medidas sanitarias como: uso de tapabocas o barbijos y el distanciamiento social. Entre estas irregularidades también reclamaban el incumplimiento de la restricción horaria, la cual no permite la circulación después de las 2 de la mañana.
Las fiestas clandestinas son otro problema que parece escapar de las manos a las autoridades policiales. Durante los fines de semana se llevan a cabo docenas de eventos ilegales con gran concurrencia de personas y en lugares no habilitados, rompiendo todos los protocolos estipulados. En esta oportunidad, se registraron 14 reuniones que superaban ampliamente el número permitido por el COE.
De acuerdo al documento publicado en la página de prensa de la Policía de Salta, la mayoría de dichos eventos tuvieron lugar en el norte de la provincia. Específicamente, la mayor parte de las fiestas se desarrollaron en Tartagal. Por estos incumplimientos, dispusieron multas de hasta 135 mil pesos por atentar contra la salud pública organizando o participando de reuniones masivas no autorizadas.
