SALTA (Redacción) – El ex comisario de Salta, José Manuel Reinoso, terminó detenido en las por estar procesado por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar. Ahora quedó alojado en dependencias de la Delegación Salta de la Policía Federal, según informó el Ministerio Público Fiscal federal. El caso en su contra comenzó en 2009 por la denuncia del hijo de un trabajador desaparecido. Además, están implicados otros tres ex jefes de la fuerza de seguridad.
El ex jefe policial está procesado por «homicidio agravado». Y por el concurso de dos o más personas y privación ilegítima de la libertad en perjuicio de Sixto Salazar. Esta última víctima era un trabajador del Matadero Municipal de Salta que terminó asesinado y desaparecido en septiembre de 1976. Cabe mencionar que la orden de detención la impartió el último martes, el Tribunal Oral Federal 1 de Salta.
Las autoridades dispusieron la inmediata detención del ex comisario que ocupó cargos de jerarquía en la Policía de Salta durante la década del 70. Esta orden surgió a partir de un pedido del fiscal general Carlos Amad, del Área de Derechos Humanos de la Unidad Fiscal Salta. Junto a Reinoso deben ir a juicio oral y público también comprende a otros jefes policiales. Se trata de Joaquín Guil, Roberto Arredes y Antonio Saravia, ellos integraban la cúpula policial al momento del homicidio.
Detalles del caso y la denuncia del hijo de la víctima
El caso comenzó a ser investigado el 27 de agosto de 2009 por la denuncia de un hijo de Salazar. «De acuerdo a la investigación, se pudo establecer que la víctima fue alojada en la Comisaría Cuarta, donde fue ultimado. Luego su cadáver fue arrojado en un terraplén, en la zona de Villa Primavera. El cuerpo estaba envuelto en una bandera argentina y tenía una ametralladora en una de sus manos», precisó la Fiscalía sobre el caso.
Por otra parte, detallaron que el trabajador resultó detenido «por miembros de la Policía provincial en inmediaciones del Matadero Municipal y trasladado a la comisaría». Esta dependencia esta situada en la calle Lerma, entre San Luis y La Rioja, frente a la cancha del Club Juventud Antoniana. Allí, según el expediente, funcionaba por entonces como un centro clandestino de detención y torturas. Finalmente, sobre las causas del deceso, se pudo determinar que la víctima sufrió un fuerte golpe en la nuca, entre otras lesiones.
