SALTA (Redacción) – Este lunes, a más de cuatro años del crimen de Jimena Salas, comenzó el juicio contra Sergio Vargas, y el viudo de la víctima, Nicolás Federico Cajal Gauffín Ambos quedaron imputados por el hecho sucedido el 27 de enero de 2017, cuando se encontró el cuerpo sin vida de la joven salteña en el comedor de su vivienda, en la localidad de Vaqueros. En este marco, Cajal Gauffín prestó declaración y respondió preguntas de las partes.
Mientras tanto, Vargas manifestó que no prestará declaración por el momento. Además, durante la audiencia declararon tres testigos, entre ellos la niñera de las hijas de la víctima. Cabe señalar que Vargas está acusado de ser partícipe secundario del delito de homicidio triplemente calificado por ser cometido con alevosía y ensañamiento. Y por precio de o promesa remuneratoria en perjuicio de Jimena Salas. Luego, el viudo de la víctima está calificado como autor responsable del delito de encubrimiento agravado en perjuicio de la administración de justicia.
El relato del imputado y los testigos de la noche fatal
De esta manera, Cajal hizo un relato sobre la jornada del 27 de enero de 2017, de las horas previas al hallazgo de Jimena Salas sin vida. Y sobre cómo se desarrollaron los hechos siguientes. Al momento de responder preguntas, fue consultado por varios puntos. «El manejo de las llaves en la vivienda, la relación con su pareja, sus relaciones extramatrimoniales y sobre algunas actitudes adoptadas en relación al hecho». Así lo precisaron desde el Ministerio Público.
Por otra parte, agregaron que el primer testigo fue un empleado municipal de Vaqueros, quien se desempeñaba como agente de tránsito en aquella jornada. «Cuando se dirigía en forma peatonal a cumplir sus tareas, observó a Salas en la puerta de su casa, conversando con un hombre. Al que no pudo ver porque estaba de espaldas y aportó datos sobre un vehículo estacionado afuera de la vivienda. Refirió haber escuchado que reían y hablaban algo relacionado a la Red de Vecinos de la localidad», aportó.
El segundo testigo fue la mujer que se desempeñaba en la casa de Jimena Salas como niñera de las dos menores. «La mujer dio un detalle de las tareas que cumplía, describió a la víctima como buena y muy amable y en el relato de la jornada del 27 de enero, señaló que Salas le dijo que llevaba llaves al salir del domicilio y que luego, al regresar, debió abrirle la puerta porque creía haberlas olvidado en el auto de su marido», señaló.
El testimonio de un policía y los próximos citados
Finalmente, prestó declaración un oficial de la Policía de la Provincia, que en la fecha, revistaba en la División Homicidios y tuvo a su cargo la primera intervención. «Con un soporte multimedia se refirió a las primeras tareas desplegadas y a las entrevistas realizadas entre los vecinos, desde donde pudieron iniciar las líneas investigativas», detallaron desde la Fiscalía. Allí se refirió incluso a la presencia del imputado Vargas en el barrio durante el día del hecho.
Esto último se obtiene del testimonio de una vecina y de una imagen que lo capta en un camping ubicado en las proximidades de la casa de la víctima. Por último, para la jornada de este martes se encuentran citados ocho testigos, entre los que se cuenta a vecinos del barrio San Nicolás, donde vivía Jimena Beatríz Salas.
