SALTA (Redacción) – Este martes, con la declaración de ocho testigos continuó el juicio seguido por el homicidio de Jimena Salas. Durante la audiencia declararon cinco vecinos, dos efectivos policiales y un técnico de la empresa SAETA. Cabe señalar que Cajal Gauffin y Vargas están imputados por el hecho sucedido el 27 de enero de 2017. Aquella jornada encontró el cuerpo sin vida de la joven salteña en su casa, ubicada en la localidad de Vaqueros. En este sentido, los vecinos de la víctima complicaron a los acusados.
De esta manera, los jueces que integran el Tribunal de la Sala VII de Juicio, recibieron el testimonio de cinco vecinos del barrio donde vivía Jimena Salas. Estos aportaron referencias del día del crimen. Dos de ellos, señalaron la presencia del imputado Vargas en la zona, ofreciendo productos y preguntando por el nombre de una persona. Otra de las vecinas indicó haberlo visto en la puerta de la víctima minutos antes de las 12.30.
Detalles de los testimonios
Cabe remarcar que Sergio Horacio Vargas esta imputado por ser «partícipe secundario de homicidio triplemente calificado por ser cometido con alevosía y ensañamiento y por precio o promesa remuneratoria». Nicolás Federico Cajal Gauffín, viudo de Jimena Salas está acusado por «encubrimiento agravado». Esta mañana también declararon dos efectivos policiales que revistaban en la subcomisaría de Vaqueros.
Estos policías fueron aquellos que realizaron la primera intervención en el lugar, asegurando la escena del crimen. En este sentido, la oficial a cargo explicó las primeras medidas dispuestas ante el hecho. Luego, su subalterno describió la primera entrevista con Cajal Gauffín, a quien encontró hablando por teléfono en el jardín de la casa alrededor de las 13.50. Otro dato que señaló es que no se encontraban con él viudo las menores.
Una vecina del barrio San Nicolás citada a declarar indicó que al imputado Cajal lo conoce por los medios. Y apuntó que a pesar de vivir cerca no tienen relación alguna. Sí dijo conocer a Sergio Vargas, a lo que declaró que el día del hecho este golpeó las manos frente a su casa para ofrecerle calzado para nenas. Le mencionó el nombre de una mujer (que no era el de Jimena Salas), para saber si la conocía, porque esa persona supuestamente le había encargado unas sandalias.
Finalmente declaró un analista de sistemas que trabajaba para SAETA y que tuvo a su cargo confeccionar informes a pedido de la Fiscalía sobre el uso de tarjetas de colectivo en relación al imputado Vargas.
