SALTA (Redacción) – El exsacerdote Rubén Agustín Rosa Torino, de 67 años, declaró este miércoles en el juicio que se le sigue por abuso sexual. “Yo no estoy justificando ningún acto aberrante que haya cometido algún cura o la Iglesia. Creo que hay que enjuiciar y castigar, pero yo no cometí esos hechos. Veo con cuánta facilidad mienten y confunden”, manifestó al declararse inocente. En tanto, cabe recordar que lo denunciaron dos exnovicios y una exmonja del instituto Hermanos Discípulos de Jesús de San Juan Bautista del cual fue fundador.
Tras la declaración de los últimos testigos previstos, esta jornada el excura imputado se sentó frente al tribunal y habló sin aceptar preguntas. Allí Rosa Torino cerró su declaración afirmando que es inocente de todo lo que se lo acusa. Contó que fundó la congregación para propiciar el encuentro de jóvenes con Jesús y que el objetivo de la congregación es “formar comunidad de discípulos”. Y detalló que la institución creció tanto que llegó a tener más de 500 miembros y que solo en Argentina contaba con 19 diócesis.
«Puse límites y aparecieron todas estas denuncias»
Por otra parte, remarcó que su actividad sacerdotal la centró en Salta y que nunca tuvo problemas, ni denuncias, ni quejas. “Soy un hombre honorable. Esta situación me duele por toda la gente que me pregunta por el comedor que teníamos, las celebraciones… Los pobres siempre van a estar. Los donantes ya no colaboran. Todo porque un grupo decidió hacer esto”, manifestó Rosa Torino ante el tribunal.
Luego, el exscaerdote manifestó que en su comunidad religiosa, como en todas, podía haber problemas. Pero aseguró que siempre que él se enteró de algún error o comportamiento inadecuado de alguno de sus miembros, lo corrigió. “Y fue cuando puse límites que aparecieron todas estas denuncias», planteó ante los jueces. «Esto me duele pero no estoy enojado. Muchos deseaban estar al lado mío pero no como colaboradores, sino para trepar”, describió.
«Denuncias iguales»
Finalmente, sobre los dichos de sus denunciantes en la causa, Rosa Torino sostuvo que todo es «un complot de un grupo de amigos, armado en Buenos Aires. “Qué casualidad que las tres denuncias sean iguales, con las mismas frases”, acusó. “Esto está armado con total caradurez. Buscan destruir, pero mi vida va a continuar. Deseo que la verdad salga a la luz”, remarcó.
